martes. 19.03.2024

Las Moriscas del XXI

"Traen consigo sus azulejos y sus mocárabes, igual que lo hicieron tiempo atrás, a esta tierra de siembra dura, buscando espacio para germinar"

¿Cuántas veces hablamos de ‘moras’ y de ‘moriscas’, de ‘refugiadas’ y de ‘expulsadas’? ¿Y cuántas hablamos de símbolos? Hace más de cinco siglos unas soberanas de esta tierra levantaron una única bandera y la llamaron España. Todavía perdura hasta hoy en día entre las nostálgicas y defensoras de aquello que llamaron ‘pureza’. Poco más de un siglo después, despertamos un día y creímos que éramos limpias como ninguna y expulsamos a la otra de la tierra de todas. Se llamaron ‘moriscas’ con desprecio. Fueron en el fondo personas que soñaron otra España. Una que fuese múltiple, que tuviese azulejos de colores junto a maderas doradas.

En 1609 fueron expulsadas. Pocas alcanzaron a limpiar su sangre para guardar silencio, para olvidarse de ellas mismas, para ponerse máscaras de otras. La mayoría se desperdigaron por las tierras extrañas explorando una nueva forma de ser ‘las otras’. Dejaron huella allá adonde fueron. Llevaron con ellas las llaves de sus antiguas casas, creyendo que algún día podrían volver, pero nunca se vuelve a tierra baldía.

Antes de irse, llevándose consigo lo que no pudo ser y dejando soledad a su partida, crearon una lengua que se conoce como ‘aljamía’, escribían en ella la lengua castellana con las letras del sagrado Corán. En su último intento de conciliación antes de irse escribieron una profecía donde se decía que la Virgen amaba a Oriente. Pensaron que una mujer que había engendrado luz les salvaría, marcaría el camino para alcanzar la paz. No imaginaron que unas señoras de largos vestidos encenderían con sus miradas las hogueras de la discordia para hacer arder el sueño con su Verdad.

Vuelven las moras en el XXI, buscando refugio allende el mar. Traen consigo sus azulejos y sus mocárabes, igual que lo hicieron tiempo atrás, a esta tierra de siembra dura, buscando espacio para germinar. Con la esperanza de que esta vez les den terreno que cosechar.

Las Moriscas del XXI
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