martes. 19.03.2024

Inmortales

"A pesar de que la vida nos muestra cada día lo frágiles que somos, nos aferramos insistentemente a la idea de la eternidad que nos venden algunas de las religiones más practicadas"

Creo que el fin inconsciente del ser humano es la inmortalidad. Pero a pesar de que la vida nos muestra cada día lo frágiles que somos, nos aferramos insistentemente a la idea de la eternidad que nos venden algunas de las religiones más practicadas.

¿Cuántas veces la regla del 'deber ser' imperó sobre la acción en tu vida? Me declaro católico y nunca olvidaré el día de la prueba final previa a obtener el derecho a la primera comunión...  ¿Merecía aquel niño de ocho años permanecer de rodillas sobre maíces porque olvidó la oración del Credo? ¿Era justo que aquella señora fuese privada de comulgar porque su última confesión ante un párroco había sido algunos meses atrás? 

¿Cometía un pecado aquel judío que utilizaba un elevador el sábado? ¿De verdad se sentiría orgulloso aquel hombre con una marca pronunciada en su frente pues había postrado su cabeza miles de veces sobre el suelo?

¿Cuándo perdimos el derecho a disfrutar de la vida por restricciones invisibles? ¿Qué pecado cometió aquella mujer que se enamoró nuevamente? Si creyéramos tanto en nuestra capacidad de producir cambios tangibles en el mundo como creemos en la eternidad, tal vez nos preocuparíamos más por vivir en nuestro ahora, en el mundo real. 

Siempre es bueno tener convicción por algo, vivir motivado; pero sin duda siempre pensaré que el primer actor que debe ser reconocido es el tiempo que tenemos en la tierra, y ese no es eterno. Carpe diem.

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