martes. 19.03.2024

Otras Siete Maravillas secretas de Colombia

Segunda enumeración de lugares extraordinarios -atracciones naturales o elaborados por el hombre- que son desconocidos para muchos extranjeros y no pocos colombianos

Hace algún tiempo, elaboré una lista personal sobre las Siete Maravillas Secretas de Colombia en esta columna de opinión de EL CORREO DEL GOLFO, la cual puede verse aquí.

Allí mencioné que sería la primera enumeración de varias, que pueden elaborarse de lugares extraordinarios, algunas de las mayores atracciones naturales o elaboradas por el hombre, sitios desconocidos para muchos extranjeros y no pocos colombianos.

Ahora, cuando Colombia se convierte en uno de los lugares más atractivos para los turistas internacionales, sea el momento para seguir hablando de estas maravillas y presentar otras siete diferentes, aclarando que aquí no se agota el tema, que espero seguir ampliando en el futuro.

Parque Nacional de Chiribiquete

Iniciamos con una maravilla que es una paradoja, la más reciente en ser reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, pero al mismo tiempo la más antigua, un ecosistema de hace dos mil millones de años que no solo es un portento natural, por sus extraordinarias formaciones geológicas con los imponentes tepuyes, sino arqueológica por las galerías artísticas prehistóricas descubiertas con miles de pictogramas. Se trata de obras realizadas 20.000 años antes de Cristo, hay que decirlo con todas sus letras y números, pues no hay equivocación. Descubierta oficialmente por científicos colombianos a finales de los años ochenta, hoy se descubre al mundo con toda su belleza (en la imagen superior).

Caño Cristales

Caño Cristales.

Se trata de un río ubicado en la Serranía de la Macarena, formación montañosa de la Orinoquía colombiana, con los extensos llanos orientales como marco geográfico. Alguien lo definió como un arco iris que había decidido bañarse en las aguas del río. Es un ecosistema muy delicado que igual que Chiribiquete, merece un turismo responsable y controlado, para evitar que pueda sufrir pérdidas irreparables en su paradisiaco entorno. Aquí las palabras sobran.

El Peñón de Guatapé

Peñón de Guatapé.

También conocida como el Peñol, no es una montaña, sino una gigantesca piedra, localizada en el Departamento de Antioquia, no muy distante de su capital, Medellín. Una formación monolítica de 220 metros de altura, cuya forma y ubicación al lado de la represa de Guatapé conforma un paisaje difícil de olvidar para el viajero.

El Museo Botero en Bogotá

Museo de Botero en Bogotá.

Se trata de parte de la colección privada que el Maestro Fernando Botero le donó a Colombia y que está repartida entre Medellín, su ciudad natal y esta a la que nos referimos en la capital colombiana, un museo administrado por el Banco de la República, único no solo por tener una de las más importantes muestras del arte de Botero en el mundo, sino por obras de célebres artistas de la historia mundial. Tiene la particularidad de ser gratuito, lo que para muchos extranjeros resulta algo increíble, comparado con otros museos de su talla en el mundo. Un consejo para quien lo visite, no pueden irse, sin ver “La Lechuga”, como se le conoce popularmente a la custodia más valiosa del arte religioso en Colombia, que no solo es inestimable por su belleza, sino por la cantidad de esmeraldas y otras piedras preciosas que la adornan. Ubicada en la Casa de la Moneda, interconectada con el Museo Botero.

El Cabo de la Vela

Cabo de la Vela.

Un punto sin igual, en donde se une el Mar Caribe con un fabuloso desierto. Recuerdo alguna vez que le mostraba a un visitante emiratí en la Embajada de Colombia en Abu Dhabi, un libro con fotografías del desierto de La Guajira y de sus pobladores, pertenecientes a la etnia Wayú, quienes elaboran mantas y tejidos coloridos, el hombre no podía dar crédito a lo que veían sus ojos, pues las dunas color naranja se le antojaban a las de los desiertos árabes, así como veía semejanza entre los guajiros y los beduinos. Este año La Guajira se pondrá de moda gracias a la maravillosa película colombiana “Pájaros del Verano”.

Avistamiento de ballenas en el Pacífico colombiano

Ballenas en Bahía Solano.

Las ballenas jorobadas todos los años, entre julio y noviembre, emprenden un bonito viaje desde la Antártida hacia las costas colombianas del Pacífico para tener a sus ballenatos, es decir que el país se convierte en la clínica de partos de las ballenas. Esto permite la posibilidad de ver estos maravillosos animales marinos. Lo que puede hacerse en diversos puntos, especialmente en Bahía Solano y Nuquí, poblaciones del Chocó, departamento ubicado al occidente de Colombia. Debe decirse que no solo en Colombia se puede ver a las ballenas, pues es un fenómeno que se produce en algunos sitios privilegiados.

El Cañón del Chicamocha

Cañón del Chicamocha.

Como los accidentes geográficos de esta índole, se trata de una zanja gigantesca de paredes erosionadas por la acción del río Chicamocha. Ubicado en cercanías de Bucaramanga, una de las ciudades más bonitas y prósperas de Colombia, conocida por sus parques y empresas. El cañón puede ser apreciado de manera cómoda por el turista, gracias a un teleférico que lo atraviesa.

Con el presente listado llevamos catorce maravillas en total y nos quedan muchas más, que esperamos seguir mencionando en el futuro, si así lo disponen Dios y EL CORREO DEL GOLFO, para quienes deseen descubrir a Colombia, el secreto mejor guardado del mundo.

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin

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