En el mundo la palabra Putumayo, es reconocida, por ser la razón social de una conocida productora y difusora de música alternativa y étnica, desde hace varios años. Lo que algunos no saben, es que el fundador de esa casa musical, bautizó su compañía en tributo a un viaje realizado al Departamento colombiano del Putumayo, en donde recorrió el río del mismo nombre -en la imagen superior-.
Hace algunos días, el Putumayo fue noticia mundial, lamentablemente por una tragedia natural que sacudió a Mocoa, la ciudad capital del departamento, en donde por una gigantesca avalancha, derivada de lluvias intensas que desbordaron ríos adyacentes, murieron cientos de personas, dejando a otras miles como afectadas. Como consecuencia de la ola invernal, derivada de fenómenos climáticos como el calentamiento global, pero también de responsabilidad humana, como la deforestación, este tipo de terribles noticias se convierten en el mundo en una constante.
En medio del dolor y la sorpresa, la tragedia de Mocoa ha movilizado la solidaridad de colombianos y extranjeros. Nuestro país tiene una experiencia en el manejo de riesgos y calamidades públicas, pues en diferentes eventos naturales y humanos en el pasado, organismos como la Unidad de Riesgo, la Cruz Roja, la Defensa Civil y otras entidades que operan en un Comando Unificado, se despliegan para la atención de las víctimas.
Pero además los colombianos siempre se han caracterizado por ser solidarios, tanto al interior del país, así como las comunidades de compatriotas en el exterior y esta no ha sido la excepción, utilizando para ello los canales oficiales y organismos como la mencionada Cruz Roja, que gozan de toda la credibilidad. Cuando uno está lejos del hogar, este tipo de noticias conmueve y la solidaridad, se convierte en una manera de crear un puente, una conexión de afecto con nuestro país de origen.
Para dar un ejemplo, recién me enteré de la iniciativa de unas jóvenes estudiantes colombianas en Minneapolis, Estados Unidos, que vendiendo galletas a sus compañeros recogieron trescientos dólares para donarlos a UNICEF Colombia, alguien dirá que no es mucho, pero sí lo es, ya que para un estudiante en un país extranjero, cualquier dólar sirve, para sostenerse y apoyar sus estudios, aparte del gran valor simbólico y sentimental.
Hay una frase que utilizo mucho en mi vida, la cual cito, “en las buenas, tus amigos te conocen; en las malas, conoces a tus amigos”. Pues bien, sea el momento, para enviar un sencillo pero sincero agradecimiento al gobierno y pueblo de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), pues también me entero sobre una importante colaboración para ayudar en la reconstrucción de Mocoa, la capital del Putumayo. Una muestra de la generosidad que caracteriza a los emiratíes, siguiendo los principios sembrados por el fundador del país, el Jeque Zayed bin Sultan Al Nahyan. Así como uno queda sin palabras frente a las tragedias personales o colectivas, de igual forma, no hay mucho que agregar cuando los sentimientos superan los sentidos. ¡Gracias EAU, muchas gracias!
A propósito, Dan Storper, fundador de la empresa musical Putumayo, anunció en la página de su compañía una donación para los afectados de la tragedia. Mi cuñada Amparo, quien tiene casi toda la colección de discos de Putumayo, puede estar tranquila, pues el señor Storper no olvida en donde se originaron las primeras notas de su melodiosa iniciativa.
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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/ En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin