Cada cuatro años, el mundo se congrega alrededor de la verdadera competencia global, los Juegos Olímpicos, en esta oportunidad por primera vez en una ciudad suramericana, Rio de Janeiro, Brasil. Allí durante unas semanas, se encontrarán los mejores atletas del mundo, para responder al lema olímpico de más rápido, más alto, más fuerte.
En el caso de Colombia, el país acude con la delegación más numerosa de su historia en este tipo de justas deportivas, más de 150 atletas que aspiran a mejorar el brillante desempeño de hace cuatro años en Londres, cuando en el medallero final se obtuvieron 8 preseas, siendo el segundo país suramericano tras Brasil. De esas ocho medallas, una fue de oro y la obtuvo la protagonista de esta nota, la ciclista Mariana Pajón Londoño, número uno del mundo en BMX, a quien desde esta línea solo llamaremos Mariana.
Mariana tuvo que luchar mucho para lograr sus sueños. Desde superar el matoneo de los chicos varones y sus padres que no soportaban que una niña les ganara en las carreras, así como los duros golpes y accidentes que vienen como accesorios de su disciplina deportiva. Afortunadamente desde sus inicios, Mariana ha tenido el apoyo de su familia, todos con sangre deportiva, padre automovilista, madre equitadora, hermano ciclista y kartista, quienes cerraron filas y buscaron recursos para promover a la futura campeona.
El primer título de Mariana fue a los cinco años de edad y desde entonces no ha parado, lleva 14 campeonatos mundiales y un sinnúmero de victorias en su palmarés. La historia de una niña que competía con chicos varones y les ganaba, así como el esfuerzo de su familia para ayudarla a conseguir sus sueños, ha promovido reportajes y documentales. [1]
Mariana tiene muchos apodos, en la mejor tradición paisa le dicen desde la Hormiga Atómica, pasando por el mote familiar de Tata, hasta la Reina del BMX. Este año se ha inaugurado en Medellín, su ciudad natal, una pista de competencia que lleva su nombre, noticia destacada incluso por el canal árabe Al Jazeera en inglés:
Gracias a Mariana hoy día muchos niños y jóvenes practican más bicicrós en Colombia. Por su excelencia deportiva, Mariana fue destacada con la máxima condecoración del país, la Orden de Boyacá. Ahora se aproxima un nuevo reto en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. No importa si Mariana no obtiene la medalla de oro, los colombianos sabemos que va a dar lo mejor de sí, que veremos volar muy alto el nombre de Colombia, grabado en una bicicleta cuya dueña aprendió a ser la número uno entre hombres y mujeres. Una guerrera de acero con un tierno rostro que no duerme con ositos de peluche, sino con medallas de oro.
Un periodista argentino que abordó a Mariana Pajón luego de haber ganado su medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres, le dijo emocionado: - ¡Vos sos la Messi del bicicrós! Ella de manera calmada y sin petulancia le dijo: - Soy Mariana.
Así es ella, directa y tranquila, sus únicos rodeos los toma de maravilla en la pista de BMX. De Mariana puede decirse que de la cuna, saltó a la bicicleta y de allí al podio, luego a la gloria, un día de estos cumplirá su sueño de volar sobre el arcoíris. Cuando la Reina del BMX salte a la pista, seguro que no solo ella dirá: - Soy Mariana. Lo diremos todos los colombianos que con mirada temblorosa la veamos superar los obstáculos, como ha sido costumbre en su vida.
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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera y escritor por vocación. Si desea leer otros artículos, el autor cuenta con un blog en el periódico El Espectador de Bogotá, que lleva con sus apellidos literarios: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/
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[1] Para quien desee verlo, dejo el enlace de un programa de Señal Colombia, interesante porque fue previo a los juegos de Londres y habla sobre el recorrido de Mariana y sus expectativas ante los Olímpicos del 2012: