sábado. 27.04.2024

Un concierto surrealista de Paulina Rubio

"No creo que fuéramos más de 500 personas las que nos encontrábamos en aquel escenario que tiene capacidad para 20.000 almas"
Detalle de la boleta VIP para el concierto que Paulina Rubio protagonizó en Managua en el año 2004.
Detalle de la boleta VIP para el concierto que Paulina Rubio protagonizó en Managua en el año 2004.
Paulina Rubio es una de las cantantes más reconocidas y exitosas de Hispanoamérica, la mexicana es conocida como “la chica dorada” y cuando canta, pareciera que hay una fuente de aire revolviendo su longa cabellera, lo cual no es extraño, porque en algunos de sus videos le instalan al frente potentes ventiladores. Hoy quiero compartir la anécdota de un concierto inolvidable.

Hace unas semanas, vi en el Movistar Arena de Bogotá, uno de los sitios claves para los conciertos en la capital colombiana, el anuncio de la presentación de Paulina y de inmediato recordé haber asistido a uno de los conciertos más surrealistas de mi vida. Ocurrió en Managua, en el año 2004, cuando prestaba mis servicios en la embajada de Colombia en Nicaragua y cierto día desde el banco en que tenía la embajada sus cuentas, nos enviaron unos boletos de cortesía para asistir al concierto de Paulina Rubio.

La embajadora Melba Martínez, DEP, que no era muy asidua a espectáculos masivos, dejó al criterio de los funcionarios asistir, en mi caso agradecí los dos boletos y fuimos con mi esposa Patricia, aunque ella también rehúye a las concentraciones de masas, además ya habíamos tenido la experiencia de un concierto de Juanes, que fue tan exitoso y emotivo, que provocó que los asistentes que estaban en la gradería del estadio nacional de béisbol se saltaran las vallas y se aglomeraran en las primeras filas, lo que hizo que nosotros nos sentáramos en las gradas desocupadas, además porque la presión de la gente, fue tanta que temíamos una estampida o algo similar.

Venciendo los temores, pero con prevenciones, llegamos al estadio y para nuestra sorpresa, todo lucía organizado, ordenado y ¡además sin gente! Realmente éramos muy pocos los espectadores que ingresábamos con nuestras boletas VIP, al espacio exclusivo, al frente del escenario, mientras el resto del estadio lucía completamente desocupado. Ahora bien, el concierto tenía antecedentes. Resulta que unos meses atrás, se había anunciado la presentación de Paulina Rubio en Managua, lo que había desatado el furor de sus seguidores, por una serie de circunstancias el concierto se canceló y para rematar, hubo unas desafortunadas declaraciones de la cantante que los nicaragüenses no recibieron con el mayor agrado.

Cartel del concierto que Paulina Rubio ha ofrecido este año en Bogotá.
Cartel del concierto que Paulina Rubio ha ofrecido este año en Bogotá.

En consecuencia, no sabíamos si ahora, como en toda historia de amor contrariado, el público nicaragüense, mostrando su despecho a flor de piel, había decidido no asistir, por lo cual, yo le dije a Patricia, que no creía que tuviéramos concierto, que seguro se iba a cancelar nuevamente. Pero para mi sorpresa, a la hora en que estaba programado, vimos salir a la artista mexicana, con su magnética presencia, mostrando profesionalismo y derrochando simpatía, para deleitar a ese grupo reducido de espectadores.

No creo que fuéramos más de 500 personas las que nos encontrábamos en aquel escenario que tiene capacidad para 20.000 almas, con sus cuerpos incluidos. Nunca nos sentimos mejor atendidos en un espectáculo musical, pues el banco patrocinador había destinado un grupo de camareros que cada cinco minutos traían diversas viandas del catering contratado, hubo comida y bebida en abundancia, pero lo mejor, fue el concierto. Paulina nos invitó a que nos acercáramos aún más, porque deseaba realizar una celebración intima, entre amigos, según lo manifestó.

Ese concierto de Paulina Rubio, fue sencillamente inolvidable, porque descubrí que aparte de bonita, resultaba una mujer muy simpática y que, para mi sorpresa, me sabía buena parte de sus canciones. Además, se dio en una época feliz de Nicaragua, de libertad, esperanza y confianza en el futuro y cuando no aparecían restricciones justamente sobre las presentaciones musicales.

Espero que al concierto de Bogotá, hayan asistido muchas personas, pero no creo que hayan repetido la experiencia vivida un noviembre de 2004, hace 20 años! Pero parece que fue ayer. Desde el recuerdo y la distancia, gracias Paulina!

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter (a ratos muy escasos) trina como @dixonmedellin.

Un concierto surrealista de Paulina Rubio
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