Una de las mejores cosas del trabajo diplomático es conocer a gente valiosa, compatriotas o extranjeros que le aportan y sirven a sus comunidades, como ocurre en el lejano Estado de Nebraska en Estados Unidos, en donde reside una profesora universitaria colombiana, la docente Yuriko Doku Rebolledo, quien es coordinadora de estudiantes latinoamericanos en la Universidad de Nebraska y es líder de la comunidad hispana en Omaha, la principal ciudad del Estado.
La profesora Yuriko ha sido colaboradora permanente del Consulado de Colombia en Chicago, que cubre el Estado de Nebraska y cuando tuve oportunidad de prestar servicios en esa oficina, gracias a esa relación descubrí que ella era hija de una leyenda del deporte colombiano, el gran José Kaoru Doku Bermejo (1924 – 2022), un hombre imprescindible, quien fue el último sobreviviente del primer campeón del fútbol profesional colombiano, veterano de la guerra de Corea, en la cual Colombia hizo parte de la legión de países que defendió la democracia en ese país, aparte de otros rasgos que lo convertían en un hombre imprescindible.
Un buen día le propuse a Yuriko que hiciéramos una charla virtual, en homenaje a su padre, quien para la fecha vivía en Barranquilla y gracias a la colaboración de Colombia Nos Une (necesaria la mención a Carolina Soto y Daniela Perdomo, quienes trabajaban en ese momento en esa dependencia de la Cancillería), hicimos un programa muy entrañable, posiblemente el último homenaje en vida que recibió Don José antes de su lamentable fallecimiento el 20 de diciembre de 2022. Sea el momento de recordar a un hombre que los aficionados al fútbol colombiano, especialmente los más veteranos, recordarán con un apodo, “Casimoto”, un nombre que se volvió legendario en las canchas de nuestro país.
Este deportista y militar colombiano, que tenía vocación de escritor, nació en Usiacurí, municipio del departamento colombiano del Atlántico, siendo hijo del Sr. Toshio Doku y la Sra. Candelaria Bermejo, el señor Toshio fue uno de los primeros japoneses en llegar a Colombia y radicarse en el país. Siendo José muy niño, la familia se trasladó a Barranquilla, la capital del departamento, para establecerse y fue la ciudad en la cual él viviría buena parte de su vida y en donde finalmente fallecería a los 98 años de edad.
Precisamente fue en Barranquilla, en donde José iniciaría su carrera deportiva como futbolista en 1941, aunque dos años más tarde se enlistaría en la Armada Nacional y estaría destinado en Leticia, capital del departamento del Amazonas, en el otro extremo del país, luego llegaría a Bogotá en 1948 para convertirse en jugador profesional en el equipo Santa Fe, saliendo campeón en el primer campeonato del fútbol colombiano, estuvo en el club capitalino hasta el año 1951, cuando tomó una decisión trascendental, regresar a la Armada para presentarse como voluntario entre los integrantes del Batallón Colombia que luchó en la Guerra de Corea. Aunque debe decirse que nunca entró en batalla, porque su trabajo era como escribiente y aprovechó la experiencia para visitar Japón y conocer a su abuela paterna.
Luego de la guerra, gracias al médico, arquero y técnico Gabriel Ochoa Uribe, José Kaoru Doku Bermejo llegaría en 1956 a Millonarios (el equipo del alma de quien esto escribe), en donde finalizaría su carrera profesional como futbolista en 1957, siendo uno de los casos de jugadores que marcaron época en los dos equipos de la capital del país. “Casimoto” (apodo inventado por un locutor legendario de origen costarricense, Carlos Arturo Rueda), era un defensa destacado con habilidad para hacer goles, lo cual no era habitual por aquellos años y jugaba siempre con un pañuelo en la cabeza, lo que le daba un aspecto tanto exótico como atractivo.
Una de las razones para haberse presentado como voluntario en el Batallón Colombia que participó en la Guerra de Corea, era tener un acercamiento al continente de origen de su padre y poder viajar a Japón. Gracias a la profesora Yuriko y a su hermano Marvin, supe que Don José, alcanzó el rango de Suboficial Jefe Técnico y era responsable de las comunicaciones escritas, porque era “técnico escribiente”. Es decir que hablamos de un hombre al que le gustaba escribir y precisamente dejó los borradores de lo que será un libro con sus memorias y anécdotas, sobre una época gloriosa para Colombia.
En lo personal, fue muy satisfactorio haber podido realizar un homenaje en vida a un hombre que le dio tanto a Colombia en el deporte y como servidor público. Para quien desee ver esa presentación especial, lo puede hacer en el siguiente enlace.
Espero que lo disfruten y para quienes no conocieron a Don José Kaoru Doku, lo puedan descubrir en las palabras de su hija Yuriko, a ella y a toda la familia, el agradecimiento y cariño permanentes.
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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/ En Twitter (a ratos muy escasos) trina como @dixonmedellin.