sábado. 27.04.2024

La selección femenina de fútbol o amor de madrugada

Las nobles y valientes jugadoras colombianas han venido al rescate de nuestra ilusión como aficionados: espero que vengan homenajes para nuestras guerreras y se concrete monetariamente la merecida recompensa
Selección de Colombia Femenina de Fútbol. (Fuente externa)
Selección de Colombia Femenina de Fútbol. (Fuente externa)

Hubo una época en la cual, los colombianos madrugábamos a las cuatro de la mañana para escuchar en la radio las transmisiones del Tour de Francia, cuando un grupo de escarabajos (como se le llama a nuestros ciclistas), comenzaban una aventura épica en las etapas de la principal competencia de ciclismo en ruta. Durante estos días, en el territorio nacional, hemos vuelto a repetir esa buena costumbre, gracias a la selección femenina de fútbol. que nos hace sonreír y soñar con su actitud, carisma y entrega en la cancha.

Escribo esto un sábado a las 4.30 am -tengo la sana costumbre de madrugar-, justo una hora antes del decisivo partido entre Colombia e Inglaterra que decide un cupo para las semifinales del Campeonato Mundial que se juega en Australia y Nueva Zelandia. Ignoro el resultado y no voy a cambiar una coma de lo que estoy escribiendo una vez concluya el encuentro, Porque independientemente de lo que ocurra, las nobles y valientes jugadoras colombianas ya se ganaron un lugar en la historia del deporte. Y aún más importante, en el corazón de millones de seguidores del deporte rey, no sólo de Colombia, sino de muchas partes del mundo.

Desde la manera como cantan nuestro precioso Himno Nacional, que encuentra eco en las graderías de estadios ubicados en las antípodas, pero que parecieran corresponder a cualquier ciudad colombiana, por la cantidad impresionante de compatriotas que las acompañan. Pero también por su calidad de juego, por la sonrisa con la que adornan las celebraciones, por el pundonor con el que enfrentan la derrota. A diferencia de muchos equipos masculinos, saben ganar y saben perder, lo cual es importante en la vida.

El fútbol femenino en general ha venido en rescate de la esencia del juego, es más limpio, menos truculento, se pierde menos tiempo, se gana en emoción. La selección femenina de Colombia ha venido al rescate de nuestra ilusión como aficionados. Espero que vengan homenajes merecidos para nuestras guerreras y que, aparte de palmaditas en la espalda, se concrete monetariamente la merecida recompensa. Para que nunca olvidemos sus nombres aquí los dejo con el agradecimiento y el cariño de un aficionado que vuelve a madrugar con alegría:

Catalina Pérez, Sandra Sepúlveda, Natalia Giraldo, Manuela Vanegas, Daniela Arias, Ángela Barón, Ana María Guzmán, Carolina Arias, Jorelyn Carabalí, Mónica Ramos, Daniela Caracas, Diana Ospina, Lorena Bedoya, Daniela Montoya, María Camila Reyes, Marcela Restrepo, Leicy Santos, Lady Andrade, Mayra Ramírez, Catalina Usme, Linda Caicedo, Ivonne Chacón, Elexa Bahr, dirigidas por el entrenador Nelson Abadía.

Más allá del resultado, los colombianos seguiremos apoyando a una maravillosa selección de fútbol y lógicamente seguiremos madrugando, porque a quien madruga, Dios le ayuda.

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/  En Twitter (a ratos muy escasos) trina como @dixonmedellin.

La selección femenina de fútbol o amor de madrugada
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