martes. 19.03.2024

Prisioneros de la nada

"No soy el único que conoce a mucha gente cuya primera frase es siempre “me gustaría hacer”. Lo piensas fríamente y piensas, oye, pues “hazlo”

Hace no mucho leí un estudio donde decía que la frase más recurrente de los moribundos antes de morir era algo así como “no había hecho aquello”. En el mundo de los vivos es similar. Creo que no soy el único que conoce a mucha gente cuya primera frase es siempre “me gustaría hacer”. Lo piensas fríamente y piensas, oye, pues “hazlo”.

Muchos lectores pensarán que fácil es decirlo, pero que difícil es hacerlo. Yo mismo incumplo en múltiples ocasiones esa tendencia casi vital. No siempre podemos hacer lo que queremos aunque creamos que lo que queremos lo podemos hacer siempre. Al final somos prisioneros de nosotros mismos, o lo que es lo mismo de la nada. No porque seamos nada, sino porque la importancia de las cosas no siempre tiene relación con la importancia que le queremos dar a las cosas.

Hace un tiempo me planteé visitar todos los países de Europa. Me faltaban una decena. La mayoría son los antiguos denominados de la Europa del Este. Pensé estaba en forma, parte vital para viajar, tenía ganas y menos que más recursos. Seamos sinceros, con cierta edad uno tiene abandonada la mochila y necesita comodidades. En un par de años conocí 3-4 países nuevos. Luego paré. Busqué una excusa nimia, pero creíble, para buscar otra aventura. Me puse las cadenas pero aprendí a ver las cosas de otra forma.

Con el tiempo valoras las cosas. Lo único inescrutable de una vida es tu curriculum. No hablo tanto del laboral como del vital. Lo vemos en la política. Una gran mayoría tienen un pasado inocuo, ciego a la realidad. Siempre han sido prisioneros de su ineficacia. Otros, por suerte, por casualidad, por esfuerzo, o por cualquier otra razón que queramos inventar, siempre hemos intentado retirar las cadenas que nos someten. No siempre ha sido fácil. Peor, no siempre ha sido posible. Pero no duden que no hay peor prisión que la nada. Cuando uno es prisionero de la nada es que aún tiene todo por conseguir.

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En la imagen superior, estación ferroviaria de Plovdiv en Bulgaria. (EL CORREO DEL GOLFO)

Prisioneros de la nada
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