jueves. 28.03.2024

Mi karma

"Tampoco estoy pidiendo que llegue el amor de mi vida, sino más bien alguien con quien caminar"

He llegado a una conclusión después de darle muchas vueltas al asunto. Ahora todo me encaja. Ya sé por qué no encuentro el amor. Antes no tenía la opción de salir con chicos porque todos me adoraban… como amiga. Y ahora, que sí logro establecer unas primeras citas… ninguna relación cuaja. Tampoco estoy pidiendo que llegue el amor de mi vida, sino más bien alguien con quien caminar. Ya no pienso en el futuro, pues me parece incierto, pero estaría bien tener un presente con un poco más de chispa, vamos, digo yo.

¡Pues he encontrado la explicación! He pasado prácticamente toda mi vida sola y eso que creo que soy una persona agradable. ¿La respuesta? ¡El karma! Algo debí de hacer en vidas pasadas y antes de nacer seguramente decidí purgar en esta. Y bueno… pues así estamos. Sin frustración y sin resignación. No sé cuánto me quedar para equilibrar estas deudas kármicas. Es posible que se neutralice en cualquier momento o que me quede por purgar el resto de mi vida. O incluso, de varias más.

Aprovecho para recordar al Universo que ya llevo treinta y cinco años sola. Si tenía que aprender alguna lección, creo que ya está bien comprendida. Y le mando una sugerencia, ya que estamos. Que si me queda mucho para compensar, ¿no lo podría dejarlo para vidas futuras? Que estar sola me encanta, pero a veces me aburro un poco. ¡Ah! Y que esta temporada en Qatar, que cuente por más porque no tengo el afecto de mis amigos y de mi familia como tenía en España.

Aceptar este karma no significa cerrarme al amor, pues no sé en qué momento estará saldada mi deuda y yo sigo teniendo esperanza y fe en la vida (Universo, no te olvides de que sigo teniendo fe). Por si acaso es cierto lo de la ley de la Atracción y todo lo que contaban en El Secreto, mis pensamientos siguen siendo optimistas.

También sé que lo que no sucede en una era puede ocurrir en un segundo. Por ejemplo, en treinta y tres años de vida nunca hice una entrevista de trabajo. Jamás. Y en seis meses tendría más de veinte (en inglés). Y los seis meses siguientes, era yo la entrevistadora. Así que no hay pautas y el pasado no ha de condicionar el futuro.

Y hasta aquí, una de las conclusiones estúpidas a las que llego charlando con mis amigas de Qatar. Quizá el calor nos empieza a derretir las ideas. Poco hay para hacer en este país, casi todo el mundo ya se ha ido de vacaciones y yo ya tengo ganas de que llegue agosto para viajar –por fin- a España. Mientras tanto, seguiré juntándome con las chicas y compartiendo pensamientos absurdos que invaden nuestras conversaciones, como el karma a expiar. Espero que el desierto se torne más amable y así pueda compartir textos con más sentido en el futuro. 

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Mi karma
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