miércoles. 24.04.2024

Las bombas de racimo, prohibidas por una convención internacional, provocaron el doble de muertos y heridos en 2016, denunció la ONG Handicap International. La organización alertó sobre el aumento exponencial de las armas con decenas de minibombas que se liberan en un perímetro amplio para perpetrar masacres.

Algunas de estas  pequeñas bombas pueden no estallar al caer y se convierten en minas antipersonas que pueden matar o mutilar incluso largo tiempo después de que haya terminado el conflicto.

Según informa la agencia de noticias de Emiratos, WAM, en 2016, 971 personas murieron o resultaron heridas por estos impactos de los cuales 860 fallecieron en Siria, explica el último informe anual del Observatorio de Municiones del que forma parte Handicap International.

En totalde las casi 1.000 víctimas identificadas en 10 países, casi todas eran de Siria, según el Cluster Munition Monitor 2017.

"La devastación humanitaria causada por las municiones de racimo es particularmente aguda en Siria, donde el uso ha continuado sin disminuir desde mediados de 2012", dijo el editor principal del informe y coordinador de la iniciativa Landmine and Cluster Munition Monitor, Jeff Abramson. 

En general, el informe identificó al menos 971 nuevas víctimas de municiones de racimo a nivel mundial en 2016. El número de víctimas el año pasado es más del doble del registrado en 2015, lo que la convierte en la segunda cifra anual más alta desde que se inició el informe del Observatorio de Municiones en 2009, siendo la más alta la que tuvo lugar en 2013.

Las bombas de racimo duplicaron las víctimas en 2016
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