jueves. 28.03.2024

El grupo Daesh reivindicó este viernes el ataque suicida que mató a más de 50 personas, la mayoría civiles, cerca de la ciudad siria de Al Bab, que pocas horas antes los rebeldes y las tropas turcas habían retomado de manos de los yihadistas.

En un comunicado publicado en internet, el grupo dijo que un suicida "condujo su coche bomba hasta una concentración de soldados turcos y apóstatas" en Susian, un pueblo a unos ocho kilómetros de Al Bab. Al menos 51 personas murieron en la explosión, la mayoría civiles, según la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

El coche estalló hacia las 08:00, hora local (06:00 GMT), delante de dos centros de mando rebelde en Susian e hirió también a varios combatientes, indicó la ONG con sede en Londres.

"Los perros de (Abu Bakr) Al Baghdadi (jefe de Daesh) no pudieron soportar esta gran pérdida y sus suicidas empezaron su venganza" por la toma de Al Bab, dijo a la AFP el comandante Abu Jaafar de las llamadas Brigadas Mutasem. Jaafar explicó que los combatientes rebeldes, los soldados turcos y varios civiles de Al Bab estaban reunidos en Susian "para organizar el aparato de seguridad y poner en marcha un plan para reconstruir" la ciudad.

"La información llegó a manos de las células durmientes (de Daesh), que prepararon el coche bomba", añadió, y explicó que los hospitales cercanos estaban llenos de heridos por el ataque.

Por otra parte, dos soldados turcos murieron este viernes en Al Bab en un atentado suicida separado, anunció el primer ministro Binali Yildirim. La estratégica ciudad de Al Bab, a tan sólo 25 kilómetros al sur de la frontera con Turquía, era el último bastión de los yihadistas de ISIS en la provincia siria de Alepo.

Un periodista de la AFP que pudo acceder a Al Bab vio gatos abandonados rondando por las calles bombardeadas, husmeando los cuerpos de lo que podrían ser combatientes de Daesh. En el principal mercado, las puertas de las tiendas estaban reventadas y se veían cajas de comida y medicinas tiradas por el suelo. Mientras tanto, en el sur de la ciudad, equipos de rescate seguían sacando cuerpos de debajo de los escombros, con mucho cuidado para no hacer detonar minas dejadas por el Daesh.

Turquía decidió en agosto pasado enviar tropas a Siria, en una operación para luchar contra los yihadistas pero también contra los combatientes kurdos apoyados por Estados Unidos, que Ankara califica de terroristas. Gracias al apoyo turco, los rebeldes sirios pudieron lanzar la ofensiva que ha permitido recuperar Al Bab. Esta operación es la más sangrienta hasta ahora para los turcos, que ya perdieron 71 soldados en Siria.

La batalla contra Daesh en Al Bab —una más de las que están teniendo lugar en la provincia de Alepo— se intensificó el pasado miércoles con disparos de cohetes y artillería, en particular en el distrito rebelde de Rashideen, según el OSDH. El gobierno respondió entonces con ataques aéreos masivos que dejaron 32 rebeldes muertos el jueves.

El alto el fuego en Siria instaurado en diciembre entre las fuerzas de Assad y los rebeldes no yihadistas ha reducido considerablemente la violencia en el país. La tregua fue auspiciada por Rusia, que apoya al régimen, y Turquía, que apoya a los rebeldes. Sin embargo, las regiones de Siria en manos de Daesh o de otro grupo yihadista rival (el frente Fateh al Sham, ex afiliado a Al Qaeda) no están incluidas en la tregua.

En el frente diplomático, este jueves se abrió en Ginebra una nueva ronda de negociaciones de paz entre gobierno y oposición, la cuarta, para intentar buscar una salida a la guerra, que desde 2011 ha dejado más de 310.000 muertos. Sin embargo el enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura, advirtió que "no hay que esperar milagros".

Por su parte Rusia anunció este viernes que usará su derecho a veto para bloquear un proyecto de resolución de la ONU que impone sanciones a Siria por el uso de armas químicas.

Daesh reivindica un atentado en Siria que dejó más de 50 muertos
Comentarios