viernes. 19.04.2024

Esta fue la última fotografía que realizó Hilda Clayton, de 22 años. La soldado de profesión era fotógrafa de combate y captó el preciso momento en el que se produjo una explosión de un tubo de mortero que causó su propia muerte y la de otras cuatro personas.

Clayton estaba destinada en la 55 Signal Company de la 21st Signal Brigade del ejército estadounidense y el suceso tuvo lugar el 2 de julio de 2013, mientras se estaban realizando unas maniobras de entrenamiento en la provincia de Laghmann, en Afganistán. Sin embargo, al igual que ella, un fotoperiodista del ejército afgano también grabó este instante, mostrando de esta forma las dos perspectivas del suceso.

En la primera imagen se trata de la fotografía captada desde el objetivo de Clyton, mientras que la segunda es la instantánea del fotoperiodista. En ella se puede se puede ver cómo los dos soldados se cubren la cara ante las llamas y, en la esquina inferior, se observa la cámara de Clayton.

Las fotografías han sido publicadas recientemente en la revista de Military Review gracias al consentimiento de sus padres. "Clayton no solo ayudó a documentar las actividades dirigidas a formar y fortalecer la colaboración, sino que también compartió el riesgo de participar en la labor", recoge el artículo.

Su marido, Chase, le dedicó unas palabras en internet: "Descansa en paz mi bella esposa. Ella estaba haciendo lo que amaba. Te quiero y te extraño cariño. Nos vemos en otra vida. Descansa en el paraíso, mi amor...".

La muerte de Clayton causó mucha conmoción en Estados Unidos porque se trata del primer fallecimiento de un especialista en documentación y producción de combate del Ejército estadounidense en Afganistán.

Una fotógrafa capta la explosión que causó su propia muerte
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