viernes. 29.03.2024

El Gobierno de Siria ha aprobado la entrada de ayuda humanitaria de la ONU a la localidad asediada de Madaya, en la periferia de Damasco, donde hay unas 42.000 personas atrapadas que corren el riesgo de morir de hambre, según ha denunciado durante los últimos días el organismo internacional.

Desde mediados de octubre no entran alimentos, medicinas ni combustible a esta localidad situada a 11 kilómetros de la frontera con Líbano. La ONU habría recibido informaciones acerca de la muerte por inanición de varias personas en esta ciudad. Por su parte, según Médicos Sin Fronteras afirma que 23 personas han fallecido desde el 1 de diciembre por este motivo, de las cuales seis apenas llegaban al año de edad.

Esta situación ha llevado a algunas personas a comer hojas de los árboles, según afirma a EFE el activista sirio Nasir Ibrahim. Según este activista, el kilogramo de arroz puede alcanzar los 200 dólares en esos puntos y la leche en polvo es casi un bien de lujo por el que se pagan unos 400 dólares. Dentro de la población, los civiles aguantan lo mejor que pueden las bajas temperaturas invernales, ya que no hay combustible para alimentar las estufas.

"Esta mañana un amigo me reconoció que había tenido que matar a un perro para alimentar a sus hijos", cuenta al diario El Mundo Ali Ibrahim, uno de los refugiados que vive en la ciudad, que segura que el césped es otra alternativa para combatir el hambre.

Hojas y carne de perro para combatir el hambre en Siria
Comentarios