jueves. 28.03.2024

La constructora española ACS y otras empresas europeas del sector de las infraestructuras estarían estudiando abandonar Qatar debido a la tensión en la que se encuentra el país del Golfo desde que Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Barhéin decidiesen cortar relaciones con él por su apoyo financiero al terrorismo.

Estas empresas, que en su día llegaron hasta Qatar atraídas por el ambicioso plan de infraestructuras puesto en marcha en el país con motivo de la organización de la Copa Mundial de Fútbol de 2022, están analizando "abandonar Qatar o bien reducir al mínimo su presencia en el país si la escalada de tensión diplomática prosigue en aumento", según publica Vozpópuli en una información firmada por Raúl Pozo. 

La alarma, según este medio español, ha saltado especialmente entre las compañías que están llevando a cabo obras de infraestructuras directamente relacionadas con el Mundial de fútbol, como son los estadios, y otro tipo de proyectos, como carreteras y aeropuertos, enmarcadas en un plan de más de 150.000 millones de euros.

La española ACS, en concreto, está muy presente en Qatar sobre todo a través de sus filiales internacionales Hochtief y Cimic. Aunque no participa en la construcción de estadios sí está presente en el plan de infraestructuras. La empresa se adjudicó una carretera por unos 1.200 millones de euros y también es uno de los principales constructores del tranvía de Doha con contratos por un importe cercano a los 400 millones de euros. 

Según la información de Vozpópuli, son dos las principales inquietudes de los constructores: "En primer lugar, que el conflicto diplomático con Arabia Saudí, Bahrein, Emiratos Árabes y Egipto repercuta en la economía del país debido a una posible ruptura de relaciones comerciales. Las primeras tensiones se han reflejado en el sector de las aerolíneas. Compañías como Etihad, Emirates o Saudia, controladas por gobiernos de los países que se han levantado contra Qatar, han dejado de volar al emirato". En este sentido, las empresas temen que esta situación acarree un recorte de la inversión en infraestructuras. 

"Por otro lado, las empresas también han valorado el riesgo que supondría afrontar posibles sanciones por parte de los países que han iniciado las demandas a Qatar, especialmente Arabia Saudita. La mayoría de las constructoras que trabajan en grandes contratos en Qatar también tienen notables intereses en Arabia Saudita", sostiene este diario.

 

ACS y otras constructoras europeas estudian marcharse de Qatar por la crisis del Golfo
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