Un empleado será deportado por molestar a una mujer ebria en un ascensor y también someterla a abuso verbal al sugerir que necesitaba a dos hombres para complacerla en la cama.
El joven de 30 años entró en el ascensor detrás de la mujer en el edificio donde vive en Al Barsha en mayo. Presionó el botón para ir al piso 62 y el egipcio iba al 64 cuando comenzó el incidente.
El acusado usó un lenguaje tosco cuando comentó que la mujer necesitaba dos hombres para complacerla debido a sus grandes proporciones. La mujer denunció el incidente a la policía y el acusado fue detenido tres días más tarde al entrar en el mismo edificio. Cuando se enfrentó con el cargo de abuso sexual de la mujer, el acusado dijo que la mujer era su amiga y que constantemente conversaban por WhatsApp.
Sin embargo, no proporcionó los datos de contacto de la mujer al policía investigador, ni le mostró la conversación de WhatsApp, y fue arrestado.
En agosto, el Tribunal de Primera Instancia de Dubai condenó al acusado egipcio por abusar verbalmente y sexualmente de la mujer canadiense a pesar de su declaración de inocencia. Fue condenado a tres meses de prisión suspendida y el juez ordenó que fuera deportado.
El egipcio apeló el fallo principal ante el Tribunal de Apelación y solicitó la anulación de la orden de deportación.
Este miércoles, el juez presidente desestimó la apelación del acusado y confirmó el plazo de prisión suspendido de tres meses y la orden de deportación.
Al acusado se le impuso una pena de cárcel suspendida después de que le proporcionó al tribunal una retirada de la denuncia que obtuvo de la víctima.
Según los registros, el joven abrazó a la canadiense contra su voluntad. Así mismo, atacó su modestia con su lenguaje sexualmente sugerente.
El abogado del sospechoso argumentó en la corte que su cliente no molestó ni abusó de la mujer.
"Cuando se encontraron en el ascensor, ella lo saludó y lo abrazó. Él no la molestó ni abusó de ella verbalmente. Fue incitada a poner la denuncia por uno de los gerentes del edificio que tuvo una disputa previa con el sospechoso. La mujer quitó la denuncia y escribió en una confesión clara que el gerente la había animado a presentar una queja contra mi cliente", argumentó el abogado.
La decisión del miércoles sigue sujeta a apelación ante el Tribunal de Casación dentro de los 30 días.
