viernes. 26.04.2024

Wok de gambones en salsa de soja y naranjas con verduritas crocantes

Se pueden utilizar langostinos, carabineros, brillantes o, como en nuestro caso, gambones congelados en alta mar

Bernardo Romero

No me digan que el título no es resultón, como en los restaurantes modernos. Que no ni ná. En fin, dejemos la prosa poética y vamos a hacer estos gambones congelaos con salsa de soja. Se pueden utilizar langostinos, carabineros, brillantes o, como en nuestro caso, que estamos más bien palmaos, gambones congelados en alta mar, o por lo menos eso dicen. En primer lugar los descongelamos, y a continuación tomamos una cebolleta fresca, le cortamos el verde, lo troceamos groseramente y lo echamos en una cazuela. Sobre las hojas verdes de la cebolleta echamos las cabezas de los gambones, sal, pimienta y un poco de perejil. Con el canto de la cuchara de madera vamos rompiendo las cabezas de los gambones o estrujándolas todo lo que podamos, luego añadimos vino blanco, le damos un calentón y añadimos agua. Cubrimos y dejamos que hierva todo a fuego medio, que no tenemos prisas. Cuando reduzca quedará una salsa marrón, pero en todo caso de un bonito color. Pues bien, un par de cucharadas las utilizaremos para la receta, el resto lo podemos congelar para un fondo que tengamos que hacer algún día: un arroz de mariscos, una fideuá o lo que os de la gana. Así que vamos con la receta.

Pelamos los gambones y en un wok bien caliente con un poco de aceite de oliva virgen extra, echamos bastoncitos de pimientos verdes, de cebolleta, de nízcalos ahora que son de temporada y los cogemos gratis en los pinares, y de zanahoria, a gusto de cada cual. Salteamos rápido y durante poco tiempo, añadimos los gambones pelados y damos otra vez tres o cuatro vueltas rápidas, añadimos un chorreón generoso de salsa de soja, el zumo de una naranja, dos cucharadas de la salsa o crema de marisco que hicimos con las cabezas de los gambones, y dejamos que hierva todo junto hasta que la salsa tome un bonito color brillante y espese un poco. Se sirven los langostinos, sacándolos con unas pinzas, y los colocamos en el centro del plato para poner sobre ellos una cucharada de la salsa obtenida, terminando de decorar con unos bastoncitos de verdura.

Genial y divertida, además de que nos ha costado dos duros. Cocina para supervivientes, como dicen mi hermano y mi cuñaaaaao, que siempre que vienen a casa a comer andan preguntándome que dónde están el jamón y las gambas blancas. Y dónde van a estar, pues en casa de todos menos en la mía. Yo, por Navidad, me solidarizo con la Humanidad entera y les dejo el jamón y las gambas a todos los demás. Tengo el resto del año para comer jamón, gambas y lo que me da la gana, que para eso soy pudiente. No tengo un duro, pero eso sí, soy rico y pudiente como el que más.

Wok de gambones en salsa de soja y naranjas con verduritas crocantes