viernes. 29.03.2024

Una de las mayores preocupaciones de una mujer embarazada, más aún cuando se acerca la fecha, es ¿cómo será el parto? ¿Será doloroso? ¿Podré tener un parto normal o será necesaria una cesárea? ¿Y cómo sabré si estoy de parto?

De hecho, es importante considerar la cuestión del parto desde las primeras visitas con nuestro obstetra, puesto que en muchos países y también en Emiratos, encontramos como práctica común las cesáreas electivas como única alternativa de parto que ofrecen algunos profesionales. Si es lo que necesitamos o incluso lo que, debidamente informadas, decidimos, ya estaremos en el lugar correcto. Por el contrario, si queremos tener la opción de un parto vaginal normal, debemos tenerlo en cuenta a la hora de la elección del gineco-obstetra de confianza.

Tanto un parto vaginal como una cesárea son opciones válidas, pero debe ser la mejor opción para cada caso personal lo que determine cuál de ellas escoger. La recuperación de un parto vaginal, suele ser más rápida y los riesgos son menores. En cambio, la cesárea implica los riesgos quirúrgicos además de los asociados al parto, y a partir de dos cesáreas, se desaconseja intentar un parto vaginal (por lo que un tercer embarazo habrá de ser una cesárea electiva). De todas formas no hay que olvidar que se está intentando esclarecer con evidencia si es más “sano” para el suelo pélvico tener un parto por cesárea en lugar de vaginal. La verdad es que respecto este asunto, la controversia está servida; hay opiniones tanto de que es así, como de que no hay realmente diferencias significativas… Esperemos que podamos saber más sobre el asunto.

Creo que el resumen de esta parte, desde mi punto de vista, sería que siempre que se pueda y la mamá y el bebé estén bien, procurar optar por un parto vaginal; y que siempre que sea necesario, optar por una cesárea si se prevé algún riesgo o dificultad, y no correr riesgos innecesarios por querer un parto vaginal, cuando lo realmente importante son la salud de la mamá y su bebé.

Y cuando llegue el día, ¿cómo saber cuándo ir al hospital?

Los signos de alarma más importantes a tener en cuenta son:

1. Contracciones regulares cada 3-5 min (como normal general por más de una hora).

Habremos oído (¡o vivido!) todo tipo de historias, y evidentemente cada mujer y cada embarazo son diferentes, pero especialmente si somos primerizas, debemos esperar con paciencia en casa a que las contracciones se regularicen y se mantengan en el tiempo.

Si son irregulares pero se dan cada <2-5min durante más de una hora aproximadamente, y de dolor e intensidad creciente, también será aconsejable acercarse a urgencias.

2.       Sangrado mayor a un periodo.

Durante la dilatación del cuello y con las contracciones es frecuente presentar un sangrado más o menos escaso, que incluso es una buena señal.

Por el contrario, un sangrado similar o superior a una regla, especialmente si se acompaña de dolor, debe ser motivo de consulta urgente en el hospital.

3.       Ausencia de movimientos fetales.

Al final del embarazo los bebés se mueven cada vez más suavemente y puede parecer, en ocasiones, que casi no se muevan. Si esto sucede, antes de alarmarnos, lo primero a hacer sería comer algo dulce y, si podemos, recostarnos en un lugar tranquilo, donde poder dedicar unos minutos (10-15min) a reconocer los movimientos del bebé. Aunque sean suaves, si están allí es suficiente. Si por el contrario, pasado este tiempo y estas medidas seguimos sin notar nada, es bueno acercarnos tranquilamente a ver a nuestro obstetra o al hospital de referencia, para comprobar el bienestar del pequeño.

4.       Salida de líquido amniótico.

Por último y no menos importante, el famoso tema de romper aguas. De hecho, la mayoría de mujeres no rompen aguas hasta estar ya ingresadas, pero es importante estar atentas por si nos sucediera. Al contrario de cómo suelen mostrarse en las películas, lo más frecuente es notar un pequeño escape de líquido, que podemos dudar si se trata de líquido amniótico o un pequeño escape de orina (ups!). Si efectivamente se ha roto la bolsa de las aguas, esos escapes se repetirán en poco tiempo y más aún en movimiento; si son gotitas de pipí, no suele repetirse rato. Pero ante la duda, si no lo tenemos claro, mejor curarse en salud y acercarnos al médico.

Si finalmente os decidís acercaros al hospital, ¡no sufráis si os dicen que aún no es el momento! Es mejor tener que volver a casa y que haya sido una falsa alarma, que haber esperado cuando era necesario ir. Y los que os atendemos somos los primeros en animaros a consultar de más que de menos. 'Better be safe than sorry', como dicen los anglosajones. Las mujeres embarazadas son siempre una prioridad y es un placer poder acompañaros en estos momentos tan decisivos en que damos la bienvenida a una nueva personita.

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Dra. Amaya Carreras, MD.

Especialista en Obstetricia y Ginecología. German Medical Center FZ-LLC.

Para más información, contacto o pedir cita llamar al +971 4 432 2989 o a través del correo [email protected].

También se puede visitar www.gmcdhcc.com.

El día del parto: lo que necesitas saber
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