La respuesta depende de tu salud, la de tu bebé y el tipo de trabajo que realizas.
Si eres una mujer sana que no padece ninguna enfermedad durante el embarazo y tu trabajo es importante para ti y no te expone a ningún tipo de riesgo, puedes continuar trabajando hasta casi la primera contracción.
En realidad para algunas mujeres, trabajar durante el embarazo es una manera de dar la bienvenida a los nueve meses. Pero, un consejo, permítete un descanso. Si puedes darte el lujo de tomarte un poco de tiempo libre antes de la fecha de parto, hazlo. Luego te espera otro tipo de trabajo con el bebé. Considera el uso de ese tiempo para descansar y prepararte para la nueva llegada.
Trabajar durante el embarazo puede ser un poco difícil. A medida que tu embarazo progresa, las rutinas diarias como estar sentada y de pie pueden llegar a ser incómodas. Aprender cómo mantenerte segura y cómoda para tener un embarazo saludable en tu lugar de trabajo con estas tácticas.
ESTAR SENTADA
Estar sentada durante el embarazo puede tener un impacto en tu salud y también en la de tu de bebé. Sentarse correctamente es uno de los hábitos del embarazo que debes desarrollar con atención.
Utiliza una silla cómoda en la que buena parte inferior de la espalda esté en apoyo y haga el estar sentado mucho más fácil. Si tu silla no es ajustable, utiliza una almohada pequeña o un cojín para proporcionar apoyo adicional a la parte inferior de la espalda.
No te encorves. Esta posición mientras estás sentada es incorrecta, ya que no mantiene la espalda recta. Tu médula espinal ya tiene que aguantar la tensión por el aumento de peso y estar encorvada sólo empeorará las cosas. Siéntate con la espalda recta y los hombros hacia atrás. Las nalgas deben tocar la parte posterior de la silla.
No te sientes con las piernas colgando; mantén las caderas y las rodillas en ángulo recto (usa un reposapiés o un taburete si es necesario). Las piernas no deben cruzarse y los pies tienen que estar planos en el suelo.
No te sientes delante del ordenador mucho tiempo; sentarse durante largos períodos de tiempo puede causar hinchazón en las piernas y aumentar el riesgo de coágulos de sangre. Es imperativo levantarse y moverse al menos una vez cada 30 minutos. Moverse mejora la circulación, ya que desplaza fluidos de las extremidades y disminuye la hinchazón de las piernas. No olvides hacer estiramientos.
Levantarse. Cuando te pongas de pie, muévete al frente del asiento de tu silla. Levántate enderezando las piernas. Evita doblar hacia adelante la cintura. Después, estira la espalda.
Estar de pie. Si tu trabajo requiere estar de pie durante largos periodos de tiempo, pon uno de tus pies en un reposapiés y cambie el pie que descansa con frecuencia. Evita permanecer en la misma posición por largos periodos de tiempo y toma descansos frecuentes. Usa zapatos cómodos con un buen soporte de arco e intenta evitar los zapatos planos. Mantén los omóplatos hacia atrás y el pecho hacia adelante.
Doblar y levantar. Incluso cuando levantes algo ligero, hazlo de la manera correcta para proteger tu espalda ya tensada. Para recoger un objeto que está más bajo que el nivel de tu cintura, mantén la espalda recta y dobla tus rodillas y caderas. No dobles hacia adelante la cintura con las rodillas rectas. Mantén la carga cercana a tu cuerpo, levantando con las piernas, en lugar de con la espalda. No gires el cuerpo mientras te levantas.
Conducir hacia y desde el trabajo. Trata de poner un cojín, una cuña de espuma o un puente enrollado en la parte baja de tu espalda. Tus rodillas deben estar en el mismo nivel o más altas que tus caderas. Lleva siempre el cinturón de seguridad abrochado. El cinturón debe ir colocado sobre la clavícula (entre tu cuello y la parte superior de tu brazo) y debajo del abdomen y en la parte superior de los muslos, tan bajo como sea posible en las caderas, nunca por encima del vientre. Mantén el cinturón de seguridad ajustado y asegúrate de que la correa de la parte del hombro está a través de tu pecho. Nunca lo coloques detrás del brazo o la espalda.
TÁCTICAS MÁS BENEFICIOSAS
Después de un largo día de trabajo, siempre es aconsejable mantener tu cuerpo en forma. Aunque el ejercicio puede ser la última cosa que pase por tu mente después de una larga jornada laboral, la actividad física puede ayudar a aumentar tus niveles de energía, especialmente si has estado sentada todo el día. Darte un paseo después del trabajo o unirte a una clase prenatal (siempre que tengas el visto bueno por parte de la persona encargada de tu atención prenatal).
Un último consejo: vete a la cama temprano. Tu objetivo debe ser dormir entre siete y 9 horas cada noche. Descansar en tu lado izquierdo maximizará el flujo de sangre a tu bebé y prevendrá la hinchazón. Para mayor comodidad, coloca la almohada entre tus piernas y debajo de tu vientre.
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Dra. Amaya Carreras, MD.
Especialista en Obstetricia y Ginecología.
German Medical Center FZ-LLC.
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También se puede visitar www.gmcdhcc.com.
