jueves. 28.03.2024

Los miomas uterinos, también llamados fibromas o leiomiomas, son los tumores no cancerígenos más frecuentes en las mujeres en edad fértil. Por eso es muy posible que alguien en tu familia haya tenido, o que seas tú misma la que los padezca o que hayas oído a alguna amiga explicar que tiene este problema.

Los fibromas crecen en las paredes uterinas y están formados por las mismas células de músculo liso de las que ellas están formadas, pero en una disposición desorganizada que le da forma de esfera. Diríamos que son como una 'bolita' en el espesor de un muro de células ordenadas. Pueden ser del tamaño de un guisante, una nuez o hasta un balón pequeño en los casos más severos. Dependiendo de su tipo, localización y tamaño, producirán síntomas o no en la mujer.

¿Por qué tienen fibromas las mujeres?

El origen de los fibromas no es del todo conocido, aunque se ha estudiado mucho. Se sabe, por ejemplo, que hay una influencia genética y por lo tanto hereditaria, pero ni siquiera se hereda siempre. Otro factor conocido es que en su crecimiento influyen principalmente las hormonas que produce el ovario (estrógenos y progesterona), además de factores de crecimiento, etc.

Los miomas, como hemos mencionado, son muy comunes. Existen otros dos claros factores pronósticos bien definidos para desarrollarlos y son:

  1. La edad. A mayor edad (y siempre antes de la menopausia), mayor incidencia. Pasada la menopausia, tienden a involucionar.

  2. La etnicidad. Un 50 por ciento de mujeres de origen caucásico de más de 30 años son portadoras de miomas, frente a un 80 por ciento en el caso de las mujeres afrocaribeñas.

¿Cuáles son sus síntomas?

La verdad es que se suelen diagnosticar de manera casual en un examen ecográfico rutinario o por otro motivo, por lo que es poco frecuente que se detecte por los síntomas de su existencia. Las molestias que suelen causar en las mujeres los miomas pueden varias. Las más frecuentes y clásicas son periodos abundantes y dolor pélvico. Los síntomas que los fibromas pueden provocar dependerán del tipo de mioma y de su volumen, y pueden ser también pesadez pélvica, anemia, o problemas de infertilidad, entre otros.

¿Cómo se diagnostican los miomas?

El principal método para diagnosticarlos es la ecografía ginecológica, ya que permite su localización y estudio y es una prueba fácil y económica de realizar.

Si son muy grandes o numerosos, o de localización difícil, puede que sea conveniente ampliar el estudio mediante una resonancia magnética. Esto es también útil cuando se sospecha que el mioma pueda no ser benigno, y tratarse en cambio de un tumor maligno conocido como sarcoma (en los casos de tamaños importantes o aspectos sospechosos).

Si el fibroma, en cambio, parece que tiene crecimiento hacia el interior de la cavidad uterina, las pruebas más adecuadas para su estudio serían la ecosonografía o la histeroscopia diagnóstica.

¿Cómo se tratan los fibromas?

Si lo miomas son asintomáticos, a no ser que tu médico te aconseje algo diferente en tu caso específico, generalmente no es necesario ningún tratamiento. La decisión de tratarlos se basa esencialmente en los síntomas: dependiendo de cuáles sean y de su gravedad, se buscará el tratamiento más adecuado. En el caso de que los miomas sean de tamaño importante, puede ser recomendable tratarlos aunque no den molestias aparentemente, por otros riesgos.

Los tratamientos pueden ser para mejorar únicamente la sintomatología (reducir los sangrados, como anticonceptivos orales, DIU hormonal, etc; u otros que reduzcan el tamaño de los miomas de forma temporal, por ejemplo); o tratamientos que buscan eliminar los fibromas en sí, como la cirugía por diferentes vías (quitando sólo los miomas o incuso todo el útero, según cada caso). También existen la embolización y la radiofrecuencia.

¿Se puede hacer algo para prevenir los fibromas uterinos?

Desafortunadamente no. Aunque haya quien ofrezca suplementos alimenticios o remedios naturales para prevenirlos o eliminarlos, no hay evidencia de que ningún producto o cambio en el estilo de vida influya en los miomas. 

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