El depuesto líder egipcio Hosni Mubarak y sus dos hijos fueron condenados el sábado a tres y cuatro años de prisión y una multa por cargos de corrupción que se enfrentaron en un juicio previo. No estaba inmediatamente claro si va a incluir el tiempo que ya ha servido desde la rebelión de su país en, informó AP.
El caso de corrupción, apodado por los medios de comunicación egipcios como los asuntos de los "palacios presidenciales", acusa a Mubarak y a sus dos hijos de haber malversado millones de dólares en fondos estatales en el transcurso de una década. Los fondos estaban destinados a pagar por la renovación y el mantenimiento de los palacios presidenciales, pero fueron en su lugar supuestamente dedicados a la mejora de las residencias privadas de la familia.
Mubarak fue condenado a tres años, mientras que sus hijos a cuatro. El ex-mandatario optará más tarde por apelar la decisión, por un nuevo juicio. Los fanáticos gritaron con ira al Juez Hassan Hassanin cuando anunció su veredicto. El abogado de Mubarak dijo que la decisión del juez puede ser apelada.
Algunos de los miembros de la multitud que apoyaban de Mubarak vestían camisetas estampadas con la cara del ex líder. Le saludaron y lanzaron besos cuando el acusado de 87 años de edad, entró en la sala del tribunal autócrata. La audiencia que se realizó en una academia de policía en las afueras de El Cairo, se llevó a cabo en la misma sala donde se derrocó al presidente Mursi.
