jueves. 28.03.2024

Después de años de veraneo en las zonas más exclusivas de Londres, los conductores de los super coches predominantemente del Golfo Arábigo podrían tener que dejar de exhibirse en barrios como Kensington y Chelsea tras de haber sido acusados de comportamiento antisocial.

Los turistas de Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Qatar, Kuwait y Arabia Saudita se embarcan junto a sus coches caros para conducir por las carreteras alrededor de Knightsbridge, el distrito en el corazón del ultra-rico oeste de Londres.

Las autoridades de Kensington y Chelsea ha ordenado a sus funcionarios a utilizar la Orden de Protección de Espacios Públicos (PSPO) para multar a los automovilistas que hacen vibrar los motores, bien por la aceleración repentina o por participar en carreras, en respuesta a las quejas de los residentes. El año pasado, los inspectores emitieron 53 multas de entre 100 y 1.000 libras.

Los conductores de un Lamborghini, un Ferrari F430 Spider F1 negro y un Maserati blanco fueron multados. Mientras que en junio del año pasado un automovilista conduciendo un Mercedes C63 blanco tuvo que pagar 100 libras por "llevar la música del coche fuerte".

El tema de los conductores del Golfo en verano ha sido durante mucho tiempo una fuente de debate en Londres y las últimas estadísticas han alarmado a algunos políticos.

Khalil Ahmed, un conductor de Bahréin, empresario y propietario de tres coches de lujo que frecuentemente visita Gran Bretaña durante los meses de verano, explicó que sus vehículos están diseñados de tal manera que son muy ruidosos. Ahmed declaró al diario The National que, " sé lo ruidoso que es mi coche, así que nunca lo utilizo por la tarde noche cuando sé que la gente está durmiendo, espero a usarlo a mitad del día cuando la mayoría está en el trabajo.

Recientemente, un multimillonario no identificado del Golfo gastó un récord de 21 millones de libras (casi 28 millones de dólares) en un aparcamiento subterráneo cerca de la tienda Harrods en el bario londinense de Knightsbridge, con suficiente espacio para unos 80 super coches. Es el aparcamiento de su Ferrari y de su equipo de mayordomos que mantienen el coche limpio. El complejo fue la compra más costosa relacionada con el estacionamiento de vehículos en todo el Reino Unido.

Se dice que el nuevo régimen contra el ruido preocupa especialmente a los ricos visitantes de los estados del Golfo, que vienen cada verano durante lo que se conoce como "temporada de supercar" para escapar de las elevadas temperaturas en el Medio Oriente.

La información divulgada por The National, muestra un aumento de cuatro veces en el número de sanciones por coches ruidosos, en 2015 fueron 470 y subieron a 1.906 en el año 2016.

Londres quiere acabar con las prácticas antisociales de los conductores del Golfo
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