Un emiratí fue condenado a diez años de prisión y una multa de un millón de dirhams luego de ser declarado culpable de difamar a Emiratos Árabes Unidos a través de las redes sociales, dictaminó este martes el Tribunal de Apelaciones de Abu Dhabi. Además, estará en libertad condicional durante tres años después de cumplir su mandato.
El tribunal ordenó la confiscación de todos los dispositivos de comunicación utilizados en los delitos, eliminó las declaraciones y cerró los sitios web y de redes sociales creados por el acusado. Sin embargo, fue absuelto de cooperar con una organización terrorista que opera fuera del país.
Fue declarado culpable de utilizar sitios de redes sociales como Twitter, Facebook, etc. para publicar información falsa, rumores y mentiras sobre Emiratos Árabes Unidos y promovió sentimientos de odio sectarios que dañarían la unidad y la armonía social de EAU.
También publicó información falsa para dañar la reputación de Emiratos Árabes Unidos en el extranjero y alentó a sus seguidores en las redes sociales a no seguir las leyes en el país, al que describió como una tierra sin ley, declararon los fiscales.
En la primera audiencia de su juicio, que se celebró a principios de mayo, el acusado le dijo al tribunal que no podía contratar a un abogado para defenderlo. El tribunal decidió designarle a un abogado, Tariq Al Shamsi, que solicitó al Tribunal de Apelaciones de Abu Dabi que lo absolviera de todos los cargos en su contra. Pero el tribunal confirmó el veredicto anterior.
En 2011, el Tribunal de Seguridad del Estado en el Tribunal Supremo Federal lo condenó a tres años de prisión tras ser declarado culpable de insultar a los líderes de EAU al pronunciar discursos y conferencias públicas, así como a través de las redes sociales.
Fue declarado culpable de ponerse en contacto con organizaciones políticas y de derechos internacionales que trabajan en el extranjero y proporcionar informes e información falsos sobre EAU que dañarían las políticas del estado y sus posiciones y relaciones externas.
Poco después de su sentencia, fue indultado por el presidente Su Alteza el jeque Khalifa Bin Zayed Al Nahyan y regresó a su vida normal.
Sin embargo, no detuvo sus actividades y continuó explotando de manera más activa las plataformas de redes sociales (Twitter y Facebook) para abusar de los líderes de EAU. Escribió artículos para difundir acusaciones falsas que distorsionaron la imagen del país y pusieron en peligro sus intereses y relaciones con los Estados hermanos del Golfo.
