jueves. 25.04.2024

Hace siete años la historia fue contada por primera vez: una familia de expatriados y una tribu del desierto de Emiratos, se encontraban unidas gracias a una vieja tradición tan fuerte como la de la sangre.

Las dos madres de la historia amamantaron cada una al bebé de la otra durante un mes. Este fue el tiempo suficiente para que se convirtiesen en familia porque, en el Islam, los bebés que son amamantados más de cinco veces son mahram, como hermanos y entre otras cosas, no pueden casarse entre sí.

Según esta tradición, la española Inocenta Ewart, se convirtió en "mamá Ino" y en madre de 16 hijos, aunque ella sólo dio a luz a dos. De la misma manera, Umm Ahmed, esposa del jeque Sultán bin Ali Al Khateri, se convirtió en madre de dos hijos rubios y de nombres árabes-occidentales: Edward Ibrahim Ewart y Raymond Harib Ewart.

"Nos une una fuerte confianza y el más puro amor ", manifestó Inocencia al diario The National mientras mira fotos antiguas. La primera vez que accedió a ser entrevistada por el diario fue en 2008 y sus hijos eran muy jóvenes. Hoy, esta antropóloga española es abuela y está preparada para narrar la historia de la vida de su familia en un libro.

"Cuando me siento y reflexiono sobre ese tiempo, reconozco que es uno de los más bellos capítulos de mi vida", explica Inocencia Ewart que en 2009 fue galardonada con la medalla del Orden del Mérito Civil por el Rey de España por sus "servicios al conocimiento humano y cultural en el Medio Oriente". Esta mujer ha sido asesora de la familia beduina cuando tuvo a sus primeros graduados universitarios.

Ahora, Mama Ino finalmente está escribiendo el libro en el que narrará la historia de su familia y sus muchas aventuras por Libia, Marruecos, Argelia, Arabia Saudí, Yemen, Líbano, Sudán y Emiratos Árabes Unidos. En el capítulo de Emiratos Árabes Unidos, su último y permanente hogar, contará la parte más íntima, con personajes beduinos, historias de amor, de risa y de sabiduría.

En 1984, la española, casada con John Ewart, o "Baba John", un agregado cultural del British Council, estaba viviendo en Dubai y decidió estudiar los efectos de la industria petrolera en la sociedad de Emiratos. Su investigación la llevó a Ras Al Khaimah, un área que encontró la "más cohesionada" en términos de organización social. En el museo de RAK conoció a un fotógrafo somalí, Ali Omar, que era un guía y traductor que le presentó a importantes familias locales.

"Nunca podré olvidar esa primera reunión con el jeque Sultan Al Khateri, el jefe de la tribu Khawater, en las arenas", añade la antropóloga. "Rodeada por los ancianos de la tribu y por su líder el jeque Sultan, sosteniendo un palo especial grabado y símbolo de la autoridad, y con Omar de traductor pregunté si podía estudiar su forma de vida".

El jeque Sultan cuestionó: "¿Ella quiere vivir y comer con nosotros? Pero no tenemos un cocinero inglés".

"Voy a comer lo que comen y trabajar a medida que trabajan", respondió Inocencia.

Los líderes tribales acordaron la solicitud con una condición. "Tienes que llevar la ropa tradicional", dijo el jeque, lanzando una mirada de desaprobación a sus pantalones y camisa.

A partir de entonces, mamá Ino llevaba sheila, thobes y abayas de colores tradicionales mientras estudiaba las costumbres y tradiciones de las personas en la aldea de Al Saadi. Poco a poco el proyecto de investigación se convirtió en una nueva forma de vida para todos los involucrados, y Mama Ino formo una parte importante del trabajo de investigación que estaba escribiendo. "Desde el principio hubo una mutua confianza y en 30 años, no recuerdo una sola vez que tuviera que aclarar un malentendido", reveló la mujer.

Intercambiaron cultura, idiomas, ideas y regalos. Los Ewarts recibieron telas bellamente bordadas en plata y oro. A cambio, Mamá Ino les traía libros en árabe y en inglés y dulces españoles: turrón, hechos de almendra molida y miel. "En realidad, el turrón es una herencia de los árabes cuando se encontraban en España, por lo que es interesante traerlo de vuelta", aclara la española.

Después de cuatro años juntos en los años 80, la familia Ewart se trasladó a Sudán. Umm Ahmed estaba angustiado por la noticia. Las dos mujeres que acunaban a sus bebés, Edward de 7 meses y Shamma, de sólo 1 mes, es entonces cuando Umm Ahmed le sugiere a Mama Ino algo que cambiaría sus vidas para siempre.

"Si doy el pecho a su hijo y usted da el pecho a la mía, seremos una familia para siempre". Así es como la señora Ewart se convirtió en "Umm bilredaa", o la madre de leche y así es recibida por el pueblo. Durante la boda de Al Khateri en 2012, Mamá Ino se sentó junto a la novia y la madre de la novia. 

El concepto de las nodrizas está profundamente arraigado en la cultura islámica y las tribus del desierto beduinos, donde la supervivencia era siempre una preocupación. En su infancia, el profeta Mahoma fue cuidado por una nodriza llamada Halima bint Haret Al Saadiya, quien lo crió junto a sus propios hijos en el desierto.

"Con la modernización y la opción del biberón, se practica sólo en algunas comunidades beduinas, aunque es una forma de vida que también está desapareciendo a medida que se sigue la vida de la ciudad y sus valores", agrega Ino Ewart.

La vida continúa para ambas familias. Edward es abogado y trabaja en Londres. Raymond es ingeniero mecánico especializado en energías renovables en Abu Dhabi.

Conozca a la española de la tribu del desierto de Emiratos
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