A 19 años de edad, una joven ha logrado probar la identidad de su padre biológico, un hombre emiratí que la abandonó nada más nacer. Ahora, después de cuatro años de trámites y búsquedas, ha conseguido la ciudadanía de la Corte con el apoyo de los "más altos organismos oficiales" y ya cuenta con sus documentos de identificación (pasaporte, DNI y libro de familia). Luego de años sin documentos, se ha convertido oficialmente en ciudadana de los Emiratos.
Toda la historia la recoge Gulf Today en un reportaje que refleja el trágico relato narrado por un palestino, Waleed Ataya, el padre que se encargó de la crianza de la joven y que además posee su custodia. Es residente de los Emiratos Árabes Unidos desde hace 37 años.
"La historia se remonta al verano de 1995, cuando un hombre jordano, que era mi jefe en ese momento, llamó a mi puerta a las 10 pm con una hermosa niña bebé en brazos", afirmó. "Me pidió que la mantuviera al cuidado de mi esposa por diez días. No pude rechazar su solicitud, ya que mi esposa era capaz de cuidar a otra niña junto a mis tres hijos. Pero él no regresó. Traté de saber quién era su verdadero padre durante años. Estábamos en una situación complicada. Cuando cumplió cinco años y debía ser matriculada en una escuela, no tenía sus documentos de identificación. Por medio del certificado de nacimiento que mi anterior jefe me dio supe que el verdadero padre de la niña era un ciudadano de los Emiratos. Me sorprendí al saber el nombre del verdadero padre porque veía al hombre todos los días y nos sentábamos a beber café juntos, pero nunca me dijo que yo tenía a su hija", reveló.
El verdadero padre se negó a admitir oficialmente su parentesco con la niña, hija de un matrimonio legítimo. Incluso su verdadera madre se negó. Esto provocó que la joven no pudiera continuar en la escuela. Y tampoco pudo conseguir sus documentos de identidad después de que su padre biológico no cumpliera su promesa de ayudarla. Mientras tanto, la familia palestina fue muy amable con ella y la cuidó como uno de sus hijos, dándole todo lo que necesitaba.
Posteriormente, Ataya presentó una denuncia contra el padre biológico en la estación de policía y mostró el certificado de nacimiento de la niña. Y aunque el padre biológico oralmente confesó su parentesco con la niña, oficialmente no lo hizo.
Al final consiguieron un contacto de un funcionario importante del país, a quien la joven le envió un mensaje de texto para pedirle que la ayudara. Él la llamó y escuchó su historia. Más tarde, recibieron una llamada de organismos oficiales superiores que les pidieron que acudieran a sus depedencias en Abu Dhabi.
A Waleed le comunicaron que debía presentar una solicitud de linaje ante el Tribunal de Sharjah. A continuación, hicieron contacto con el padre biológico y lo interrogaron para saber si era su hija. Él dijo: "Sí, ella es mi hija". De hecho, en ese momento él quería llevarla de nuevo a su casa. Ante esta situación Ataya testificó: "No tengo problemas para ello, pero usted tiene que pagar primero todo lo que he gastado en ella, que son casi 350.000 dirhams". Sin embargo, el hombre no acudió a la siguiente sesión de la audiencia, por lo que la Corte tomó la decisión de emitir un pasaporte, una tarjeta de identificación y un libro de familia y obligó al padre biológico a pagar un gasto mensual de 2.500 dirhams a la joven.
A continuación se dirigieron a la Corte de Abu Dhabi para dar fe de la decisión y en la actualidad la joven ya tiene sus documentos de identificación completos. Oficialmente, se ha convertido en una nacional de los Emiratos Árabes Unidos.
Cuando a la joven se le preguntó con quién quiere seguir su vida, si con la familia que la acogió o con su familia emiratí, ella respondió: "Mi única familia es la que me crió y con quien viví durante casi dos décadas y yo no aceptaría a ninguna otra familia". Sin embargo, reconoció que ahora se encuentra en la escuela secundaria, que es una etapa educativa fundamental, y que quiere ser médico, pero que la situación financiera de su familia no se puede permitir los gastos económicos que se necesitan para acudir a la universidad.
