jueves. 28.03.2024

Decir adiós a Emiratos es una situación difícil de afrontar. Un poco de la persona se queda atrás junto a la luz de sus calles, la arena del desierto o sus playas. Todos los que trabajan o han trabajado en este país contribuyen a su crecimiento pero a veces la añoranza es fuerte y regresar a casa parece la mejor opción. EL CORREO DEL GOLFO, que recibe cientos de mensajes de toda índole cada mes, es testigo ahora de los que con alegría comentaron en su día que dejaban el país pero que, pasado un tiempo, escribieron que desean volver.

Y volver, volver no es fácil, como el caso del peruano Iván (el nombre ha sido cambiado), que se encuentra ahora trabajando en Bagdad y escribe en un mensaje: "Quería volver a Abu Dhabi, donde estuve seis años, me gustó mucho ese país, es lindo, igual que Dubai. Llevo año y medio intentándolo".

Para otros, sin embargo, la llegada está a la vuelta de la esquina: "No sólo volvería a Emiratos, sino que lo haremos. No hay fechas determinadas, pero Oriente Medio es uno de los puntos estratégicos para la expansión del Grupo Picoloco y, cómo no, Dubai será un buen comienzo", explica Borja, que marchó a Europa hace unos meses.

"Además, en cuanto amistad conservo muy buenos amigos, y de aquí a un futuro no muy lejano prometo hacer una vista rápida Dubai, siempre será uno de mis sitios especiales del mundo", añade este español experto en Relaciones Públicas que residió en Dubai seis años.

Otro caso es el del colombiano Mauricio. El verano pasado se marchó de vacaciones a su país y decidió no volver. "Tuve problemas con el sueldo en mi empresa, me desgastaron mucho las discusiones, mis compañeros, aún hoy siguen de pleitos", revela. "Tan solo necesito un empleo en ese país, eso es todo, si me puedes ayudar, te lo agradezco", añade a continuación.

El español R. P. marchó en junio a casa por motivos personales, hoy quiere volver a EAU, pero por su situación es improbable que pueda hacerlo. "Trabajaba como gerente de calidad para un hotel. Tuve que volver a casa en España debido a una serie de complicaciones familiares, mi padre falleció y tuve que hacerme cargo de las cosas. Lejos de Emiratos desatendí mis obligaciones y no pagué mis deudas contraídas allí, ahora estoy dispuesto a pagar para poder volver, pero mi banco parece no cooperar", afirma. 

El mismo caso del español se ha repetido en varias ocasiones en otros mensajes, trabajadores que por diferentes motivos llegan a su país y deciden no regresar a Emiratos y olvidan las deudas contraídas aquí.

Alice Heine explicó en una sección del diario de Abu Dhabi The National a finales de marzo, que el banco con sede en Emiratos tiene derecho a presentar un caso policial e iniciar acciones legales en contra de los que no abonen los plazos concertados. "También es probable que estas deudas le sigan a usted hasta su casa, ya que el banco podría autorizar a una agencia local de cobro de deudas a recuperar la cantidad adeudada", señala Heine. "La mejor opción que tienen estas personas es designar a un representante legal que pueda negociar con el banco en su nombre. Esa persona legalmente designada podría tratar de saldar sus deudas pendientes e incluso reducir el total adeudado", puntualiza a continuación.

Juan (el nombre ha sido cambiado) se marchó muy contento hace 18 meses a su país. Había ahorrado después de cuatro años de trabajo duro en Abu Dhabi. "Lo que pasó fue que el negocio que puse no funcionó por mal planteamiento y gasté todo lo que había conseguido. En mi ciudad hay trabajo pero mal remunerado. Por eso quiero volver a salir fuera de nuevo", aclara.

En el otro lado se encuentran los que se fueron y no piensan por el momento en volver. Alejandro es un español tripulante de cabina que comenzó su profesión en Dubai. "La verdad es que no volvería a trabajar en Emiratos, si soy sincero no me gustaría vivir allí de nuevo. Aunque está claro que es un país con muchas oportunidades, pero yo como español tengo un pasaporte que me permite ir a trabajar a muchos más sitios", comenta a la pregunta de si volvería a residir en EAU.

Una afirmación similar contesta Carmen, también española y que al igual que Alejandro resalta que éste es un país de oportunidades, "donde tanto los locales como los emigrantes residentes te tratan muy bien. Un lugar acogedor, mientras se respeten sus leyes, pacífico y que te da alas para perseguir sueños que en otros países serian imposibles. Cuando estás allí y te adaptas a sus normas rígidas, clima extremo, diferencias entre hombres y mujeres y lenta burocracia, comienzas a dejar de echar de menos Occidente".

"En mi caso, lo que más deseas es intentar quedarte cerca de los tuyos y mantener el buen recuerdo de un país único en el mundo, pero apto solo para una temporada", concluye Carmen, que después de cuatro años aún conserva su número de WhatsApp de EAU y chatea a menudo con sus amigos expatriados y emiratíes.

Cuando los amigos que se fueron de Emiratos Árabes quieren volver
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