sábado. 20.04.2024

El Proyecto Djehuty, liderado por el español José Manuel Galán, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha descubierto recientemente un jardín funerario de hace 4.000 años en la colina de Dra Abu el-Naga, en Luxor (Egipto).

El Proyecto, que lleva 16 años de excavaciones arqueológicas en Egipto, se trata de un hallazgo único y como explicó Galán “es la primera vez que se ha encontrado físicamente uno de ellos, es la primera vez que la arqueología confirma lo que se deducía por la iconografía”.

La noticia ha saltado a la prensa española en estos primeros días de mayo; CSIC publicó que “los descubrimientos ayudan a comprender el momento en que Tebas, actual Luxor, se convierte por primera vez en la capital del reino que unifica el Alto y Bajo Egipto hace ahora alrededor de 4.000 años”. 

El egiptólogo subrayó que conocían “la posible existencia de estos jardines porque aparecen representados en las paredes de las tumbas, donde los egipcios representaban cómo querrían que fuera su funeral y la entrada a sus tumbas”.

El revelador hallazgo es “un pequeño jardín o huerto rectangular, elevado medio metro del suelo y dividido en cuadrados, que pudo contener diferentes clases de plantas y flores. Además, junto al jardín estaban plantados un par de árboles”.

José Manuel Galán informó que “el descubrimiento del jardín y su análisis exhaustivo aportará valiosa información sobre la botánica y el medioambiente de la antigua Tebas, de Luxor hace 4.000 años.”

“Las plantas cultivadas en este jardín tendrían un significado simbólico y podrían haber desempeñado un papel en los rituales funerarios, por lo que también aportará información sobre creencias y prácticas religiosas, así como de la cultura y sociedad de la época”.

Según apunta CSIC, los arqueólogos han recuperado también “la raíz y el tronco, de 30 centímetros de altura, de un tamarisco, así como un tazón con dátiles y frutos que pudieron haberse entregado como ofrenda”.  También se descubrió “una pequeña capilla de adobe con tres estelas o lápidas de piedra en su interior” que, como confirman, son posteriores a la tumba y al jardín. 

El hallazgo en esta zona de la colina de Dra Abu el-Naga abre muchas líneas de investigación. Según Galán “excavar en una necrópolis no sólo permite conocer detalles del mundo funerario, de las creencias religiosas y prácticas funerarias, sino que también nos ayuda a conocer detalles de la vida cotidiana, de la sociedad y del entorno físico, tanto vegetal como animal. La necrópolis se convierte así, como creían los propios egipcios de aquella época, en el mejor camino para alcanzar y conocer la vida”.

El español José Manuel Galán halla un jardín funerario de hace 4.000 años en Egipto
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