viernes. 29.03.2024

Kim Hyun Hui era una universitaria de 19 años cuando fue seleccionada para ser espía gracias a su conocimiento de idiomas.

Según publica la CNN, se entrenó durante años hasta que le encomendaron en 1987 el atentado contra el vuelo 858 de Korean Air Lines, tras despegar de Abu Dhabi.

La misión consistía en subir una bomba escondida en un aparato de radio al avión que cruzaría Oriente hasta Seúl y hacerla explotar. El objetivo: dar un mensaje al mundo de que Corea del Sur era demasiado peligrosa para recibir atletas olímpicos el verano siguiente.

Se sentó en la fila siete del avión bajo el nombre de Mayumi y una falsa nacionalidad japonesa. A su lado viajaba su supuesto padre, otro espía del régimen comunista. Ambos desembarcaron en el aeropuerto de Abu Dhabi donde el avión hizo escala. Horas después el aparato explotaría sobre el mar de Andamán, cerca de Birmania, hoy Myanmar.

Los 115 pasajeros a bordo (mayoría de surcoreanos) murieron.

Los planes para escapar a través de Roma y Viena fracasaron y los dos agentes fueron detenidos en Bahréin. El plan B no era más alentador. Debían tomarse las pastillas de cianuro que llevaban escondidas en los filtros de los cigarrillos.

"Nos enseñaron que si un agente fracasa en una misión debe suicidarse", explicó Hui a la CNN. "Debíamos tragar la píldora para proteger el secreto. Sabíamos muy bien que nuestras familias en el norte se verían perjudicadas si no lo hacíamos, así que naturalmente decidimos tragar las píldoras. En ese momento pensé que mi vida de 25 años de edad terminaría así", relató Kim. Su compañero murió. Ella perdió la consciencia pero se salvó.

La orden le vino directamente de Kim Jong-II, hijo del entonces líder norcoreano Kim II Sung y ahora padre difunto del actual jefe norcoreano Kim Jong-un.

Una ex espía de Corea del Norte confesó cómo voló un avión que hizo escala en Abu Dhabi
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