Los padres de un niño de 11 años han pedido la pena de muerte al hombre sospechoso de agredirlo sexualmente y matarlo. El menor ruso, Athan Janjua fue encontrado muerto a finales de mayo en la azotea del edificio de apartamentos de Abu Dhabi en el que vivía. Había sido asaltado sexualmente y estrangulado.
Un hombre paquistaní, relacionado con la familia, está acusado de cometer el crimen. Como es común en los casos judiciales, los padres, una madre rusa y el padre paquistaní, pidieron la pena de muerte, antes de que el sospechoso fuera condenado.
La madre de Athan, Tatyana, solicitó que se hiciera declarar a la hermana del acusado bajo un detector de mentiras. "Podría haber conocido el plan de su hermano, pero lo está negando", demandó la madre. El tribunal alegó que no se usa como prueba el detector de mentiras en Emiratos Árabes Unidos.
Mientras tanto, el abogado defensor del sospechoso, Hassan Al Riyami, pidió a un comité psiquiátrico que analizara la estabilidad mental de su cliente y sugirió que el hombre tiene problemas de salud mental. "No hay manera de que una persona estable y sana cometa un crimen de este tipo", dijo a la corte.
El sospechoso supuestamente atrajo al niño a la azotea, lo asaltó sexualmente y luego lo ahogó con un trozo de ropa sucia. El menor fue encontrado muerto al día siguiente por los trabajadores de mantenimiento.
Al Riyami también pidió al tribunal que le permitiera sentarse a solas con su cliente con la presencia de un traductor, porque el acusado no puede hablar inglés ni árabe. El tribunal le dijo que ese era su derecho y que no necesitaba aprobación.
"El expediente del caso es enorme y requiere algo de tiempo para que lo pueda estudiar", agregó el letrado.
