Joaquín Gil Arrondo, de 38 años, y su hermana Edurne, de 33, habían sido invitados a una cena de Nochevieja en el lujoso hotel The Adress, en el centro de Dubai, desde donde se goza de una vista excepcional para disfrutar del espectáculo de fuegos artificiales con el que se despide el año en el emirato. En el hotel, de 63 plantas y 302 metros de altura, vive el jefe de Joaquín Gil. Sabía que el navarro, que desde hace un año trabaja como analista de vídeos para un equipo de fútbol del país, el Al-Wasl, pasaba la Nochevieja con su hermana, vecina de Pamplona e ingeniera informática en Indra, y los invitó a cenar.
De acuerdo a una información del Diario de Navarra, el jefe, los dos hermanos navarros, naturales de Fustiñana y un fisioterapeuta del equipo árabe, natural de Gijón, y su novia, tuvieron que abandonar a toda prisa la imponente torre, donde ya habían prendido las llamas. “Tuvimos suerte de que mi jefe saliera a la terraza y volviera extrañado por el olor a humo. Eso nos alertó y nos preparamos para salir”, contó por teléfono desde Dubai Joaquín Gil al diario. Como en toda evacuación, no pueden utilizarse los ascensores, por lo que emplearon unos 25 minutos en salir a la calle. Como muchos otros inquilinos del inmueble, bajaron por las escaleras con lo puesto. Joaquín Gil, diabético, sí cogió su mochila con insulina. Tanto él como su hermana apenas han perdido un pantalón, una camiseta y una muda. Su jefe, que reside en el hotel, ha perdido todo excepto el móvil.
Lo mismo le ocurrió al argentino Gabriel Calderón, exjugador y exentrenador del Betis, actualmente técnico del Al-Wasl Sports Club de Dubai que vivía en el hotel Address Downtown. El entrenador no se encontraba en su habitación cuando este rascacielos se vio envuelto en llamas, pero sí ha perdido en el siniestro gran parte de sus pertenencias.
