El padre de una niña de nueve meses de edad, que presuntamente murió a manos de la empleada de hogar de su familia ha solicitado la sentencia de muerte para la cuidadora de su hija.
La niña emiratí, llamada Salama, murió en el hospital el pasado julio. Llevaba en coma dos semanas después de haber sido tratada por una fractura de cráneo y fractura de costilla. Después de su muerte la policía interrogó a sus padres y a la empleada indonesia de la familia antes de que la mujer fuese detenida por agentes de la comisaría de Wasit.
En el Tribunal Penal de Sharjah este lunes, el padre de Salama presentó el certificado de defunción de su hija y pidió al tribunal dictara la pena de muerte contra la acusada. "No vamos a perdonar, solicitamos la pena de muerte", manifestó.
La madre de la niña dijo que el día del incidente dejó a su bebé con la trabajadora y salió de la casa. "Cuando volví después de 30 minutos, me encontré a Salama en muy mal estado. De repente quedó inconsciente y la trasladé inmediatamente al hospital", declaró la emiratí, agregando que la trabajadora era la única persona que se encontraba en la casa.
"Tenemos otros empleados en la familia, sin embargo, a ninguno de ellos se les permite entrar en nuestra casa. La demandada es la única que podía estar cerca de mi hija", añadió.
Satish Krishnan, un alto consultor y cirujano neurológica del Hospital Al Qassimi, declaró que la menor estaba inconsciente y no respiraba cuando llegó al hospital.
"Los equipos de emergencia la resucitaron y una vez que comenzó a respirar se estabilizó, una tomografía computarizada (TAC) se llevó a cabo y encontraron un coágulo de sangre en su cerebro de una vieja lesión. El escáner reveló una fractura de cráneo y fractura de costilla de una lesión anterior".
La acusada se declaró no culpable de un cargo de asesinato.
La próxima audiencia está programada para el 27 de febrero.
