“Estoy horrorizada, pero no pasó absolutamente nada. No he parado de llorar desde que lo vi. Estoy avergonzada", ha asegurado la británica Tracey Bolton tras hacerse viral el vídeo en el que se la ve practicando supuestamente sexo con un extraño en un asiento de un avión de Ryanair, que cubría la ruta Manchester-Ibiza. La mujer, de 39 años, es la dueña de una cafetería en Lancaster y tiene tres hijos.
Según ha declarado una amiga de Bolton al Daily Mail, la británica ha reconocido que estuvo bebiendo antes de subirse al avión. Sin embargo, ha desmentido que estuviera realmente copulando con un desconocido y atribuye los comprometedores movimientos que se aprecian en las imágenes a una exhibición para hacer reír de “lap dance”, un baile erótico que se lleva a cabo sobre el regazo de alguien.
Una versión que difiere de la dada por algunos de los pasajeros del vuelo, como la de Kieran Williams, de 21 años, que sacó el móvil para filmar la escena. “El chico gritó: ¿Alguien tiene un condón?”, comenta Williams, y explica que poco después Tracey Bolton se quitó los pantalones y la pareja empezó a copular ante la atónita mirada del resto de pasajeros.
El coprotagonista de la historia es Shaun Edmondson, de 31 años de edad, chef de profesión y vecino del condado de Cumbria, en Inglaterra. El joven viajaba de Manchester a Ibiza para asistir a una despedida de soltero y dejó en casa a su prometida Jenna Ross, de 25 años, embarazada de seis meses y con quien lleva saliendo seis años.
Según sus amigos, Edmondson tiene fama de “mujeriego”, mientras que fuentes cercanas a la familia han asegurado que el joven ha regresado a su casa, aunque no ha dado señales de vida desde que salió publicado el vídeo. El chef británico conoció a Bolton el mismo día del vuelo, según han explicado varios testimonios.
Además, Williams ha denunciado que ningún miembro de la tripulación llamó la atención a la desvergonzada pareja a pesar de que una pasajera que estaba sentada junto a Bolton y Edmondson se puso de pie y pidió un cambio de asiento. Los pasajeros, según Williams, estaban “atónitos” por la actitud de la pareja. Ryanair ha asegurado que está investigando lo ocurrido.
