viernes. 29.03.2024

Arabia Saudí renunció este viernes a ocupar su asiento temporal en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para protestar contra “la impotencia” del organismo ante los conflictos en Oriente Medio, y en particular en Siria, según publica la página web de noticias de Terra.

Según un comunicado de la cancillería saudí, “los mecanismos de trabajo y la doble moral en el Consejo de Seguridad le impiden cumplir con sus obligaciones y asumir sus responsabilidades a la hora de mantener la paz en el mundo”.

Por eso, Riad “no tiene más remedio que renunciar a la membresía del Consejo de Seguridad, hasta que éste sea renovado y dotado de los medios necesarios para cumplir con sus obligaciones y asumir sus responsabilidades, como garante de la paz y la seguridad en el mundo”.

El jueves, Arabia Saudí había sido elegida por primera vez miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, al mismo tiempo que Chile, Chad, Nigeria y Lituania. Su mandato de dos años comenzará el 1 de enero de 2014.

El embajador saudí ante la ONU, Abdulá al Muallimi, dijo en un primer momento que ese puesto reconocía "la vieja política (saudí) de apoyo a la moderación y a la resolución de conflictos por medios pacíficos".

Pero este viernes, la cancillería dio marcha atrás y dijo que Riad se niega a formar parte de un organismo incapaz de resolver conflictos en Oriente Medio.

El comunicado destaca que "desde hace 65 años la cuestión palestina permanece sin solución", lo que ha conducido a "numerosas guerras que han amenazado la paz mundial".

El texto incide también en que "permitir al régimen sirio matar a su pueblo y quemarlo con armas químicas, ante los ojos del mundo entero, y sin sanciones disuasivas, es una prueba clara de la impotencia del Consejo de Seguridad a la hora de cumplir con su deber y asumir sus responsabilidades".

El ministerio criticó igualmente la incapacidad del Consejo de Seguridad de limpiar la región de armas de destrucción masiva, incluyendo las armas nucleares, en una alusión a Israel y a Irán.

Arabia Saudí, regida por una rama muy estricta del islam sunita -el wahabismo- recela mucho del programa nuclear de Irán, país mayoritariamente chiita. Occidente e Israel acusan a Teherán de querer dotarse del arma atómica, lo que la República Islámica deniega con insistencia.

Por su lado, Israel es oficiosamente la única potencia nuclear de Oriente Medio.

Riad, que apoya a los rebeldes hostiles al presidente sirio Bashar al Asad, a su vez aliado de Teherán, no ha dejado de criticar la gestión de la guerra siria por parte de la ONU.

El pasado mes, el ministro saudí de Relaciones Exteriores, Saud al Faisal, se negó a hablar e incluso a entregar una copia de su discurso a la Asamblea General de la ONU, para mostrar su indignación por el bloqueo en el Consejo de Seguridad en los temas sirio y palestino.

"Fue una señal de frustración", dijo Nawaf Obaid, profesor invitado de Harvard y asesor de las autoridades saudíes.

En el Consejo de Seguridad de la ONU, cinco países tienen asientos permanentes: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China. Los otros diez asientos, por un período de dos años, son concedidos por la Asamblea General, que vota cada año para designar a cinco de ellos.

Arabia Saudí abandona el Consejo de Seguridad de la ONU
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