jueves. 28.03.2024

El mal aliento, mal olor de boca o halitosis son términos que se utilizan para describir un olor ofensivo que emana de la cavidad oral. Ese es el problema y afecta a numerosas personas. Pero la buena noticia es que tiene remedio.

La mayoría de las halitosis se originan en el interior de la boca. La causa primaria es la existencia de bacterias gramnegativas, que son similares a las que causan las enfermedades de las encias o periodontales. También el dorso de la lengua, que está cubierto de una gran cantidad de células epiteliales descarnadas y bacterias, puede contribuir.

La halitosis es posible que sea temporal a causa de la ingesta de alimentos con olores y sabores fuertes, amargos o ácidos. El origen también puede estar en estómago, hígado, pulmón o en una sinusitis, pero en la inmensa mayoría de los casos es un problema dental como consecuencia de caries, dientes rotos, espacios entre dientes o cualquier causa que facilite el depósito de restos de comida y dificulte la limpieza de la boca. Y una de las consecuencias más graves para quienes padecen el mal es que tiene influencia en la autoestima, en las relaciones sociales y en la seguridad personal, algo que a día de hoy adquiere suma relevancia.

La importancia de combatir la halitosis ya fue subrayada por civilizaciones como la romana y la griega a través de escritores clásicos. Y el Islam también hace hincapié en la necesidad de un aliento fresco en el contexto de la higiene oral.

Como dato del alcance del problema sirva que el 30 por ciento de las personas mayores de 40 años de edad contestó afirmativamente cuando se les preguntó si alguna vez les habían dicho que les olía mal el aliento. De hecho, se ha estimado que más del 50 por ciento de la población de Norteamérica sufre de halitosis y el gasto anual en colutorios, ‘sprays’ y productos relacionados con el manejo de este problema está alrededor de 500 millones de dólares.

Es probable que en uno de cada dos pacientes que refieran halitosis el origen sea por infección de las encias y del hueso de soporte y que quien sufra el mal presente movilidad de dientes, espacios dentales o sangrado.

La clave para erradicar la halitosis es recibir un tratamiento adecuado, más que por un médico del estómago, por un especialista cirujano oral y maxilofacial que pueda valorar las causas médicas primero y después tratar la infección de encias si existe. Es importante del mismo modo cambiar los trabajos dentales anteriores si tienen efecto sobre el problema.

Lo primero que hay que hacer es descartar causas médicas fuera de la boca y actuar con rigor en el tratamiento. Y en este sentido es esencial ser conscientes que hábitos como el de consumir alcohol o fumar o incluso el frecuente uso de ‘sprays’ nasales favorecen la halitosis.

En esta línea hay que subrayar que una buena higiene que evite la presencia de residuos en la boca por largo tiempo es esencial. Y asimismo es fundamental tratar la sequedad de la boca siguiendo instrucciones higiénicas dentales. Pero todo ello debe ser fruto de un tratamiento establecido por el profesional adecuado ya que los remedios caseros en raras ocasiones dan resultado.

Por ejemplo, tomar clorofila, chicles o productos mentolados sólo sirve de forma muy ocasional y momentánea para la halitosis matutina o para después de ingerir tabaco, alcohol o ciertos alimentos como cebolla. Pero para poco más. Dan la sensación de frescor momentáneo pero no ofrecen soluciones definitivas si la causa es crónica, médica o dental.

El doctor Luis Gavin, médico estomatólogo, cirugía oral y maxilofacial, es instructor oficial en GCC para Ortho Apnea /Stop Snoring Academy y American Board for Sleep Medecine Certified. Para más información: [email protected] o +971 56 7048 581 y en la web www.drluisgavin.dental.

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