jueves. 28.03.2024

En una tranquila playa de Sharjah se encuentra una parte de la historia de Emiratos Árabes Unidos. Rodeada de rascacielos que han surgido a lo largo de los años, la mezquita de color arena tiene una bonita historia.

Este lugar de rezos sin pretensiones fue construido hace más de 100 años por un buzo de perlas emiratí que vivía en Al Khan, un pueblo de pescadores en el sur del emirato. Rashid Alaqroubi construyó la casa de culto, que más tarde se conocería como la mezquita Al Aqroubi, en 1904, antes del descubrimiento del petróleo y mucho antes de la formación de Emiratos Árabes Unidos. Quería un lugar en el que él y sus compañeros pudieran orar cada vez que regresaran del mar.

La mezquita, situada en el borde de la costa de Al Khan, tiene unos 80 metros de ancho, una de las más pequeñas del país. Su minarete se encuentra a unos 30 metros de la mezquita y tiene menos de 4 metros de altura. "Cuando mi padre y mi abuelo construyeron la mezquita, no había necesidad de un alminar en ese momento, fue construido unos 30 años después", manifestó Obaid Rashid Alaqroubi.

Alaqroubi, que fue subsecretario del Ministerio de Justicia y Asuntos Islámicos y Awqaf, todavía mantiene la mezquita y paga sus desperfectos. "Hacemos eso porque es lo correcto, éste es un lugar histórico y es una casa de Dios donde la gente viene a orar". Muchos miembros de la familia ofrecen todo el mantenimiento que el lugar necesita. Todavía conserva su forma original".

La mezquita y su patio modesto se construyeron con rocas, coral y barro sacados del mar, como era común en la zona en ese momento, y está cercado con una pequeña pared. Las oraciones durante los meses de invierno se llevan a cabo dentro del edificio, pero en el verano, antes de que se instalara el aire acondicionado, los fieles rezaban fuera.

Se plantó una palmera en el medio del patio para darles sombra. Para el riego había que excavar un pozo para abastecer las abluciones de los adoradores. "El pozo no se usa desde hace muchos años, pero lo hemos restaurado y mantenido en buenas condiciones. Todavía está allí", detalló Alaqroubi.

La mezquita tiene una puerta de madera erosionada y en su interior, faroles humildes cuelgan de las vigas de madera tradicionales que fortifican el techo. Cinco pilares de cemento blanco sostienen el techo y tres de las seis ventanas con marco de madera de la mezquita dan al mar, donde los buzos de perlas alguna vez arriesgaron sus vidas .

Unas 100 personas todavía pueden rezar juntas en la mezquita . "La necesidad de la comunidad local en ese momento no requería mezquitas más grandes", señaló Alaqroubi.

La mezquita sin cúpula fue renovada y ha sido ligeramente modernizada, pero lo que siempre ha permanecido es su espíritu comunitario.

Alaqroubi puntualizó que la mezquita debe publicitarse como un sitio histórico. "Esta mezquita es diferente. Es hermosa más allá de la descripción y la belleza que quiero decir es la belleza espiritual", concluyó.

Conozca la mezquita de 100 años construida por buceadores de perlas emiratíes
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