jueves. 28.03.2024

¿Realmente Emiratos Árabes Unidos (EAU) es sólo el Burj Khalifa y una larga lista de récord Guinness? Hace sólo días, Antonio P., un español que visitaba la zona del Downtown de Dubai, comentó a un grupo de residentes que este país ni le gusta ni le atrae porque "le falta autenticidad". A esta afirmación le siguió un animado debate durante el cual se expusieron opiniones de todos los colores. Pero hubo algo que quedó claro tras ponerlo de manifiesto personas que llevan viviendo en estas tierras largos años: Emiratos Árabes es mucho más auténtico de lo que suele aparecer en los medios. De hecho, prima lo tradicional sobre lo moderno. Sólo hay que buscarlo si es que se tiene interés.

Las voces de los subastores se alzan en el mercado de pescado de Ras Al Khaimah City, un lugar recóndito situado justo a la orilla del Creek (ver localización). De las pequeñas embarcaciones que desembarcan sus capturas hasta el lugar donde se venden sólo hay unos metros. En estos días del Eid al Fitr, al contrario de lo que ocurre en otros ámbitos del país, el mercado se encuentra muy animado. Todos se preparan para las jornadas que se avecinan y hacerse con productos frescos de primera calidad a excelentes precios -algo más elevados debido a las fiestas- para compartir en suculentas mesas con familia y amigos.

¿Estamos en Emiratos Árabes o en algún país de África o Asia al que se anhela viajar desde aquí? Es complicado diferenciarlo. El trato es más que directo y el regateo preside cualquier transacción. Gambas (camarones), cangrejos, atunes o los apreciados 'hamurs' descansan sobre tradicionales puestos. La distancia que existe entre este lugar y los modernos expositores de pescado de hipermercados de marcas internacionales es kilométrica. Y la maravilla es que aquí, en Emiratos Árabes, conviven ambos.

También puedes hacerte con un excelente calamar -o choco, como lo llaman aquellos residentes que proceden del sur de España- a un precio infinitamente inferior al que se ofrece en los bellos y pulcros establecimientos del 'primer mundo'. Y si es tu deseo, te lo limpian en la misma orilla del Creek. Allí, sobre las rocas, se vive en directo una escena en la que el calamar va despojándose de todo aquello considerado no comestible. El problema se presenta cuando quieres que la bolsa que se lleva a casa incluya partes como la tinta o los huevos. Por estas latitudes se descartan y es complejo hacerles ver a los limpiadores, ya que no saben inglés, tus indicaciones. ¿Es posible encontrar más autenticidad?

El olor a pescado recién capturado envuelve el ambiente. Y todo ello ocurre en un lugar con miles de años de historia, impregnado de una rica cultura árabe y de la herencia beduina. A corta distancia del mercado de pescado está el antiguo fuerte, que data de principios del siglo XIX y que hoy acoge el Museo Nacional de Ras Al Khaimah. El edificio, completamente restaurado, ofrece una visión fascinante de la historia de Emiratos Árabes Unidos dibujada a través de tesoros que abarcan miles de años de civilización. Desde ollas antiguas y armas de caza hasta instrumentos de pesca y ropa. Explorar las majestuosas murallas de la fortaleza permite adentrarse en la vida tradicional del emirato.

Hubo quien puso a Antonio P. al corriente de esta otra realidad. Sin embargo, parecía dudar, como si no acabara de creerse lo que escuchaba. De hecho dijo que le resultaba extraño que si esta es la cara de la tradición, del Emiratos Árabes más auténtico, no se mostrara en alguno de los muchos programas que sobre este país, y más concretamente sobre Dubai, se difunden a diario por el planeta. La respuesta puede hallarse en que a las audiencias les interesa más el brillo de las luces, el sonido del dinero y los edificios que miran al cielo. Algo de lo que apenas saben quienes comen pescado a la brasa mientras miran a esas aguas resguardadas por la impresionante cumbre de Jebel Jais. Lugares como este hay cientos en el país.

¿Ofrece Emiratos algo más que Dubai, Burj Khalifa y récords?
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