viernes. 29.03.2024

De Santa Sofía en Estambul a la Mezquita-Catedral de Córdoba, polémica planetaria

Emiratos Árabes Unidos preconiza que los lugares que hoy son Patrimonio de la Humanidad se respeten como "plataformas para el intercambio de conocimientos entre diversas culturas y civilizaciones".
Un mar de columnas y arcos guardan la sala de rezo en la Mezquita de Córdoba, que llegó a ser el segundo templo musulmán más grande del mundo. (pxhere.com)
Un mar de columnas y arcos guardan la sala de rezo en la Mezquita de Córdoba, que llegó a ser el segundo templo musulmán más grande del mundo. (pxhere.com)

El multitudinario primer rezo musulmán celebrado este viernes en la antigua basílica de Santa Sofia en Estambul, convertida desde hace unos días en mezquita tras una decisión del Gobierno islamista turco, ha dado la vuelta al mundo, no sólo por las impresionantes imágenes que ha dejado sino también porque el cambio en la función del histórico templo ha generado una polémica de dimensiones planetarias. Y esa estela puede que alcance a otros monumentos en diversos lugares, como es el caso de la Mezquita-Catedral de Córdoba.

Santa Sofía, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985, fue construida en el siglo VI por el emperador bizantino Justiniano como una catedral de la iglesia ortodoxa griega antes de convertirse nueve siglos después en mezquita bajo el imperio otomano. Desde 1934 es un museo, destino que le llegó después de establecerse la moderna república turca secular en 1923. Hoy es uno de los monumentos más visitados de Turquía.

El documento para la reconversión, que sitúa al veredicto del Consejo de Estado como piedra angular de la decisión, revoca la condición de museo de la antigua basílica, una de las joyas mundiales del arte bizantino. Según el tribunal, Santa Sofía es propiedad de la Fundación Fatih Sultan Mehmet y había sido registrada para ser utilizada únicamente como mezquita.

Son muchas las voces que se han alzado en todo el mundo en contra de este cambio de estatus, la principal la de la Unesco, que ha recordado que Santa Sofía está inscrita en su lista patrimonial como museo y que esto lleva asociado "compromisos y obligaciones", en la medida en que corresponde a cada Estado determinar que no hay "ninguna modificación" en sus monumentos. De haberlas, ha explicado la organización, el país debe ponerse en contacto con la Unesco y, llegado el caso, aceptar un examen del comité que analiza estos bienes patrimoniales. En este sentido, ha apuntado que Santa Sofía "tiene un fuerte valor simbólico, histórico y universal".

EMIRATOS ÁRABES, CONTRARIO AL CAMBIO

Entre las voces contrarias al cambio de museo a mezquita también está la de Emiratos Árabes Unidos (EAU), un país musulmán. La ministra de Cultura y Juventud del país, Noura Al Kaabi, ha manifestado que los monumentos culturales "no deberían ser mal utilizados ni alterados". 

Al Kaabi ha señalado que el patrimonio cultural debe preservarse para el bien de la sociedad. "No debe ser mal utilizado ni alterado de una manera que toque la esencia humana". "Especialmente los sitios que están inscritos como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco tienen un valor internacional excepcional y son patrimonio común de todos los pueblos y culturas", subrayó.

Primer rezo musulmán en el templo de Santa Sofía en Estambul. (@TN21sv)

Según la ministra emiratí, el cambio en la función de Santa Sofía se ha llevado a cabo sin tener en cuenta su valor más amplio como "hito mundial que ha servido como puente que conecta a diferentes personas y consolida sus lazos". "Santa Sofía es un ejemplo importante de interacción y diálogo entre Asia y Europa y debería ser testigo de la armoniosa historia humana; hoy es un símbolo de diálogo", apuntó.

Son las posiciones que se mantienen en relación con Santa Sofía y, por la gran repercusión que ha tenido el cambio, también alcanzan a otros monumentos centenarios que tienen un origen religioso. Es el caso de la Mezquita-Catedral de Córdoba, hoy en poder de la Iglesia católica.

LA POSTURA DEL JEQUE AL-QASIMI, NO LA DE EMIRATOS ÁRABES

Sobre este asunto se ha posicionado el gobernante de Sharjah, el jeque Sultan bin Muhammad Al Qasimi, quien, según recoge eldiadecordoba.es citando una entrevista concedida por el emir a Sharjah News días después de que Santa Sofía pasara a ser mezquita, aseguró que están "exigiendo el regreso de la Mezquita de Córdoba". "Pregunté y me dijeron que el municipio entregó la mezquita a la Iglesia", dijo.

La difusión de esta noticia ha provocado un determinado revuelo en España al interpretarse las palabras del jeque Al Qasimi como una reivindicación de la Mezquita de Córdoba para los musulmanes por parte de Emiratos Árabes, país en el que está integrado el territorio que gobierna. Sin embargo, esas palabras sólo indican la postura del jeque Al Qasimi, en ningún caso la de Emiratos Árabes.

No obstante, es pertinente puntualizar que la voz del jeque Al Qasimi es la de una persona que habla en base a profundos conocimientos. El gobernante de Sharjah, miembro del Consejo Supremo de EAU, es un hombre culto y profundo conocedor de la historia, también de la española. De hecho, el año pasado recibió el doctorado 'honoris causa' de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en reconocimiento a su contribución a la cultura. El jeque Al Qasimi se hizo merecedor de este homenaje tanto por su brillante trayectoria académica como por el apoyo prestado a la misión arqueológica que la universidad madrileña desarrolla en el emirato desde hace ya 24 años. 

La información de eldiadecordoba.es también recoge que en esta guerra por encontrar argumentos que avalen la postura de cada parte, la Mezquita-Catedral de Córdoba ha sido utilizada en varias ocasiones para, en base a que es un templo en origen musulmán reconvertido en iglesia católica, justificar la conversión en mezquita de Santa Sofía. 

La Mezquita de Córdoba, declarada en 1984 por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, se empezó a construir en el año 786 y llegó a ser el segundo templo musulmán más grande del mundo en superficie (23.400 metros cuadrados). En 1238, tras la conquista cristiana de la ciudad, se llevó a cabo su consagración como catedral católica, destino que conserva en la actualidad.

En base a ello, varios altos cargos de Turquía, así como historiadores o teólogos, han usado como ejemplo el templo cordobés para plantar cara a las críticas internacionales que les han acarreado la decisión de cambiar la condición de museo de Santa Sofía por la de mezquita.

CON LA TOLERANCIA POR BANDERA

Sobre la mesa hay argumentos para defender diferentes posturas en torno a distintas situaciones patrimoniales de monumentos protegidos por la Unesco. Pero lo que hoy queda claro es que los bloques no son monolíticos. Y que, por ejemplo, Emiratos Árabes, un país profundamente islámico, no está de acuerdo en que desde ayer los almuecines llamen a la oración en Santa Sofía. Lo que Emiratos Árabes preconiza, en palabras de su ministra de Cultura, es que los lugares que hoy son patrimonio del mundo se respeten como "plataformas para el intercambio de conocimientos entre diversas culturas y civilizaciones".

Ese ideal se visualiza estos días en la defensa a ultranza de la tolerancia que mantiene el país y que hace posible que en Emiratos Árabes cada uno vista como quiera, el árabe de árabe, el indio de indio y el occidental de occidental, sin que ello suponga incomodidad alguna a nivel social; que en las playas convivan sin el menor problema burkinis con biquinis; o que en la actualidad tome forma en Saadiyat Island la Casa de la Familia Abrahámica, un espacio compartido por una mezquita, una iglesia y una sinagoga. Todo con absoluta normalidad.

Sin olvidar la visita que protagonizó en febrero de 2019 el Papa Francisco a Abu Dhabi, que, entre otras imágenes de profundo calado como la misa ante más de 180.000 personas de 200 nacionalidades, dejó la del momento de la firma del documento por la Fraternidad Humana, rubricado por el pontífice católico y el Gran Imán de Al Azhar, Ahmed Al Tayeb.

De Santa Sofía en Estambul a la Mezquita-Catedral de Córdoba, polémica planetaria
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