miércoles. 24.04.2024

Akbar Al Baker, consejero delegado de Qatar Airways, ha puesto en marcha un servicio lanzadera entre Doha y Dubai, con 18 vuelos diarios entre la capital de Qatar y los dos aeropuertos que tiene el emirato, informa expansion.com.

La intención de Al Baker es convencer al viajero, de ocio y de negocio, de que le compensa volar a Doha y conectar allí con un vuelo de larga distancia de Qatar Airways. Incluso, aunque Emirates ofrezca ese mismo destino desde Dubai y el pasajero tenga que pasar una hora más en el avión para llegar a Doha. Para hacerle ver que, pese a todo, Doha es la mejor opción, todo son facilidades. Mostradores exclusivos, acceso rápido al control de inmigración, millas extra... Y la posibilidad de modificar una vez su reserva sin cargos adicionales, hasta tres horas antes de la salida del vuelo. Todo por el módico precio de 145 euros ida y vuelta.

La iniciativa de Qatar Airways y el 'Puente Aéreo' es captar clientes de Emirates. La dubaití no tiene de qué preocuparse. Al menos, por el momento. Es más grande y saca a la qatarí más de 20 millones de pasajeros de ventaja. Pero que no debe confiarse. Porque Al Baker no es un ejecutivo conformista.

Al final del día, y al inicio, lo que quiere cualquier aerolínea es que sus aviones no vayan vacíos. Le pese a quien le pese. Por eso, las compañías del Golfo seguirán presionando para crecer en EEUU. En los últimos días, hemos asistido a un nuevo cruce de acusaciones en la pelea que mantienen las estadounidenses (American Airlines, Delta y United) contra las del Golfo (Emirates, Qatar Airways y Etihad) por recibir, supuestamente, subsidios de sus Gobiernos.

Como en la Guerra Fría, los bloques cada vez están más claros. Así lo ponen de manifiesto dos movimientos que se han producido en las últimas semanas. Por un lado, la salida de Iberia y British Airways de la Asociación de Aerolíneas Europeas en la que sí están Lufthansa y Air France-KLM. IAG, el hólding que las controla, aboga por la liberalización del mercado y no comulga con la línea dura contra el Golfo Arábigo que defienden alemanes y franceses. Aún menos desde que Qatar Airways compró el 9,9% y se convirtió en su primer accionista de IAG. Por otro, la decisión de Alitalia de no renovar sus acuerdos con Air France-KLM. La italiana, que estuvo a punto de unirse al grupo franco-holandés, está controlada hoy por Etihad, con un 49%.

De todo ello, resultan dos conclusiones. Una, que la batalla se juega en los despachos de EEUU pero aún más en los cielos europeos y esto no ha hecho más que empezar. Y, dos, que lo que importa es llenar los aviones, aunque suponga dinamitar el orden mundial y dejar por el camino aliados que, de la noche a la mañana, pueden cambiar de bando. O, simplemente, ya no son tan útiles.

Dubai y Doha ya tienen 'Puente Aéreo'
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