La incertidumbre sobrevuela en el negocio de las aerolíneas. El hecho de que los turistas se hayan convertido en cierto modo en objetivo de los terroristas de Daesh en algunos países del Mediterráneo oriental y la semana pasada en la localidad francesa de Niza ha hecho que el temor a viajar empiece a tener impacto en el negocio de las aerolíneas.
En este contexto la aerolínea de bandera alemana, Lufthansa, tuvo que emitir ayer una alerta de mercado indicando que los beneficios no serán los esperados dada la incertidumbre que planea en el sector y, por tanto, serán inferiores a los de 2015.
En la misma línea easyJet, la número dos de las compañías aéreas de bajo coste de Europa, anunció que las preocupaciones por la seguridad, que debilitarán la confianza de los consumidores y la volatilidad de las divisas hacen peligrar sus previsiones para el verano.
Los atentados terroristas en Europa han producido fuertes caídas en las reservas de vuelos que, pese a que no han sido aún cuantificadas, también están afectando a los viajes para otoño y no solo para el inmediato verano.
Las mencionadas alertas de mercado hicieron que los títulos de Lufthansa abrieran la sesión ayer en la Bolsa de Fráncfort con una caída de un 7% que al final del día se mitigaron ligeramente para cerrar en 10,44 euros, lo que supone una caída de un 5,95% solo en la sesión de ayer.
La segunda compañía aérea más afectada fue la británica easyJet, que empezó el día también mal, con descensos de un 6% que al final de la jornada se quedaron en el 5,48%, hasta las 10,67 libras por acción. En el caso de IAG, el holding en el que está Iberia, los títulos cerraron en 4,87 euros, con un descenso de un 3,3%.
Retrocesos registró también Ryanair, que cerró en 11 euros, con un descenso de un 2,84%. Los expertos explican estos descensos por los mencionados problemas de seguridad y las incertidumbres que ha abierto el Brexit, sobre todo a compañías como easyJet que será una de las más afectadas junto con IAG, aunque hasta el momento se desconocen los detalles del impacto, más allá de la depreciación de la libra.
Otra de las sombras que planea sobre el futuro de easyJet es su posible traslado de sede desde Reino Unido a algún país de la UE para mantener la licencia para volar en el Viejo Continente, problema al que no se tiene que enfrentar Ryanair, cuya base de operaciones se encuentra en Irlanda.
