La IX Asamblea General de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), organización intergubernamental que reúne a 159 estados miembros, decidirá en los próximos dos días en Emiratos Árabes Unidos (EAU) quién sustituirá a partir del mes de mayo al economista keniano Adnan Z. Amin, que ha estado al frente de su Dirección General los ocho últimos años.
En enero de 2018, durante la VIII Asamblea y bajo la Presidencia de Uruguay, se inició el proceso de elección del nuevo director general tras acercarse el final del segundo mandato de cuatro años de Amin.
Al proceso concurrieron más de cien candidatos que se fueron decantando en distintas elecciones durante un año y que hoy tiene por finalistas a Germán Arce Zapata, de Colombia, y a Francisco La Camera, de Italia.
De antemano, se conoce que La Camera cuenta con el apoyo en bloque de la Unión Europea y que Arce Zapata tiene el respaldo de significativos países de la región latinoamericana, una situación que otorga un determinante poder decisorio al voto de los países africanos y asiáticos.
En este contexto, la IX Asamblea adquiere particular relevancia ya que IRENA se ha erigido en uno de los organismos internacionales clave y de más rápido crecimiento en cuanto al número de países adheridos después de las Naciones Unidas, aunque sin formar parte de la estructura de la ONU.
Su impulso a las energías renovables y al desarrollo sustentable así como desempeñar un papel fundamental en el cumplimiento de los Acuerdos de París de 2015, han transformado a la primera organización internacional con sede permanente en suelo árabe, concretamente en Abu Dhabi, en la gran esperanza mundial a la hora de favorecer un medio ambiente sin contaminación y sin generación de CO2.
América Latina alberga algunos de los mercados de energía renovable más dinámicos del mundo, con más de un cuarto de su energía primaria generada a partir de fuentes renovables, el doble del promedio mundial.
IRENA en el año 2018 llevó a cabo en el continente latinoamericano 17 actividades a través de las cuales participó en eventos organizados por los propios países de la región en los que estuvieron presentes más de 100 profesionales especializados en políticas energéticas.
Europa, por su parte y tras los Acuerdos de París, ha asumido un fuerte compromiso con el desarrollo de las economías sustentables y ha destinado recursos humanos y económicos a una tarea que apoya fuertemente las energías renovables, fundamentalmente en el área de la innovación.
ADNAN Z. AMIN DEJA EL LISTÓN MUY ALTO
Ambos candidatos poseen las mejores cualidades técnicas para sustituir a Adnan Z. Amin, cuya performance y capacidad profesional ha dejado el listón muy alto tanto en lo que refiere a la propia organización como a las relaciones y contactos que se deben desarrollar por medio del cargo de director general.
La importancia del rol que IRENA va a jugar en los años venideros está fuera de discusión. Si bien su estructura jurídica tiene severas limitaciones ante el crecimiento exponencial de sus miembros -limitaciones que más temprano que tarde deberán abordar los estados miembros-, su función se presenta como esencial y necesaria si se persigue y se quiere trabajar por un mundo descontaminado, una meta que tendrá consecuencias directas en la creación de empleos en el área de las renovables y a la hora de procurar mecanismos útiles para aquellos países que sufren desastres naturales como consecuencia del calentamiento global.
Esta ardua tarea deberá ser liderada a partir de mayo por el nuevo director general que en par de días será elegido entre los dos candidatos finalistas: el colombiano Germán Arce Zapata o el italiano Francesco La Cámera.
La IX Asamblea general de IRENA cuenta con una participación récord de 125 ministros, además de representantes de 160 países, que participarán en debates de alto nivel con el objetivo de acelerar el despliegue de la energía renovable.
Entre los participantes se encuentran 11 representantes de países hispanoamericanos en el sector de la Energía, concretamente dos ministros (Chile y Colombia), seis viceministros (Colombia, Costa Rica, Honduras, México, Paraguay y Uruguay) y tres secretarios de Estado (España, Honduras y Panamá).
