sábado. 20.04.2024

El aumento de las temperaturas y el clima extremo generan retos para la agricultura y la distribución de comida. En el desierto de Dubai, un grupo de científicos del Centro Internacional de Agricultura Biosalina (ICBA) buscan la manera de trasplantar algunos de los llamados "superalimentos", como la quinoa, a un entorno con poca agua fresca y suelo arenoso.

"El agua dulce es cada vez más escasa", explica Dionysia Angeliki Lyra, agrónoma del ICBA. "Tenemos que centrarnos en cómo podemos utilizar los recursos hídricos salinos de baja calidad para la producción de alimentos".

La agricultura en el desierto ha existido durante miles de años, pero no todas las plantas del desierto proporcionan la nutrición necesaria para alimentar a la creciente población. El ICBA, una iniciativa sin fines de lucro lanzada en los Emiratos Árabes Unidos en 1999, se embarcó en una misión para encontrar cultivos altamente nutritivos en todo el mundo que pudieran adaptarse y sobrevivir en condiciones climáticas extremas, y prosperar cuando se cultivan con agua de mar y salmuera de proyectos de desalación.

Hoy, el ICBA cuenta con una colección única de más de 13.000 semillas. El programa ha introducido cultivos no tradicionales en el desierto, como la quinoa de los Andes sudamericanos.

Sus científicos probaron más de 1.200 variedades de quinoa, de las cuales cinco pueden crecer en estas condiciones extremas. Los agricultores de más de diez países de Oriente Medio y África del Norte ya están produciendo el superalimento, y el ICBA lo está introduciendo ahora en las comunidades rurales de Asia Central.

Poco conocida más allá de algunas partes de Europa y América del Norte, la salicornia es una planta del sur de los Estados Unidos que necesita agua salina para crecer. También ha sido transportado al desierto de Dubai, donde está prosperando. El centro lo considera el "superhéroe del desierto" gracias a su adaptabilidad y versatilidad. El cultivo se utiliza para la producción de alimentos y se está probando como biocombustible.

El ICBA produce actualmente alrededor de 200 kilogramos de quinoa y 500 kilogramos de salicornia para investigación y siembra, mientras trabaja también con una empresa de alimentos en Dubai para desarrollar productos alimenticios a base de salicornia con el objetivo de aumentar la adopción por parte de los consumidores.

Lyra cree que repensar los tipos de alimentos que cultivan los agricultores puede tener un impacto a largo plazo en estos entornos.

El trabajo de ICBA es parte de un esfuerzo global para encontrar formas alternativas de producir alimentos, ya que se espera que la demanda total de alimentos aumente entre un 59% y un 98% para 2050. Pero con los efectos del cambio climático que ya se sienten en todo el mundo, Joshua Katz, socio de la consultora McKinsey & Company, cree que se necesitará más de un sistema para brindar seguridad alimentaria en el futuro.

Científicos quieren cultivar "superalimentos" en el desierto de Dubai
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