En 2005, Francisco Guerrero ganó 6,5 millones de euros en la lotería en España, pero actualmente se encuentra en la ruina. Este hombre perdió hasta el último céntimo en 2007, cuando invirtió, sin tener conocimiento, todo su capital en en un fondo que pensó que era a plazo fijo y sin riesgo.
No fue hasta dos años después, al ir a retirar el dinero al Banco Santander para someterse a una operación de rodilla, cuando se enteró de que lo había perdido todo. Desde entonces, Guerrero, que se encuentra en la indigencia y con problemas de salud, ha ganado ya dos juicios en los que se reconoció que "no tenía conocimientos financieros de ningún tipo, ni actividad profesional relacionada con el sector financiero o de inversión".
El banco le pagó entonces 1,2 millones de euros, pero el dinero fue destinado a cubrir las deudas generadas en la inversión. Su batalla en los tribunales continúa.
Este caso evoca el escándalo financiero bancario que marcó la historia reciente de España, en la que los bancos vendieron sin transparencia y masivamente a pequeños ahorradores participaciones preferentes, productos financieros legales, pero de alto riesgo y complejos.
La Audiencia Provincial de Castellón celebró este martes, según informa la prensa local, un nuevo juicio por este caso, en el que Guerrero reclama al Banco Santander 163.000 euros por daños y perjuicios. Parte de esta suma exigida corresponde a sus hijos, ya que Guerrero invirtió en nombre de ellos dinero en el mismo fondo.
Su abogado, Rafael Martínez, asegura que hubo "vicio en el consentimiento de las inversiones", porque Guerrero, sin estudios y sin tener conocimientos financieros, invirtió el dinero pensando que era a plazo fijo y sin riesgo.
En el próximo juicio previsto para el 5 de marco, este hombre reclamará al banco otros dos millones de euros por los servicios contratados sin conocimiento de causa.
Guerrero, en declaraciones a los medios, aseguró que la entidad financiera ha destruido su vida y que se siente "víctima de un robo y un engaño".
