viernes. 29.03.2024

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha reiterado que Omán tiene previsto introducir el impuesto sobre la renta a las personas con altos ingresos como parte de su plan de equilibrio fiscal a mediano plazo. El Fondo acogió con beneplácito el plan de equilibrio fiscal y dijo que la introducción del impuesto al valor agregado (IVA) en 2021, un impuesto sobre la renta personal para las personas de altos ingresos que se está desarrollando y el impacto de todo el año de la expansión de la base del impuesto al consumo en 2020 son clave para reforzar la sostenibilidad fiscal y aliviar la presión financiera.

Además, contener la masa salarial mediante reformas del servicio civil; focalizar los subsidios energéticos a los grupos más vulnerables; racionalizar los gastos de capital; y las mejoras generales en la eficiencia del gasto también son fundamentales para las reformas.

Cuando se introduzca, Omán será el primer país del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) en recaudar impuestos sobre la renta en la región. Se espera que pueda introducir el impuesto sobre la renta en 2022. El sultanato tiene como objetivo reducir el déficit fiscal al 1,7 por ciento del producto interno bruto (PBI) para 2024, desde un déficit preliminar del 15,8 por ciento este año.

La economía de Omán probablemente se contrajo un 6,4 por ciento en 2020 debido a la crisis del coronavirus y los bajos precios del petróleo que presionaron las arcas del estado.

Esa sería una contracción más estrecha que la caída del 10 por ciento que pronosticó el FMI para Omán el año pasado. Pero la economía del sultanato aún se vio muy afectada, y se estima que su PIB no relacionado con los hidrocarburos se redujo en un 10 por ciento.

Los sectores de la construcción, la hostelería y el comercio mayorista y minorista experimentaron el mayor peaje, sostuvo el Fondo, mientras que la inflación se volvió ligeramente negativa debido a la menor demanda.

El FMI pronosticó una contracción global del 4,4% en 2020 en su última perspectiva de la economía mundial, una mejora con respecto a una contracción del 5,2% prevista en junio de 2020, pero dijo que sigue siendo la peor crisis económica desde la Gran Depresión de la década de 1930.

El déficit fiscal de Omán se amplió al 17,3 por ciento del producto interno bruto (PIB) y se financió con la emisión de bonos externos, la retirada de depósitos y fondos soberanos y las ganancias de la privatización, señaló el Fondo. "Como resultado, la deuda del Gobierno central aumentó al 81 por ciento del PIB, desde el 60 por ciento en 2019", alegó.

Además, el FMI dijo que se anticipó una modesta recuperación del 1,8 por ciento para 2021, y se espera un mayor crecimiento en el mediano plazo, a pesar de la continua incertidumbre.

La campaña de lanzamiento de la vacuna y la flexibilización de las restricciones de distanciamiento social significaron una leve recuperación del 1,5% para el crecimiento del PIB no petrolero en 2021, que aumentará al 4% para 2026.

El Fondo concluyó que una implementación exitosa de los planes de ajuste fiscal de Omán “es clave para reforzar la sostenibilidad fiscal y aliviar las presiones financieras”.

Impuesto sobre la renta para trabajadores de altos ingresos en Omán
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