miércoles. 24.04.2024

Jerusalén quiere aprovechar la reciente normalización de las relaciones de Israel con Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Bahréin para convertirse en un polo de investigación y desarrollo regional, explicó a la agencia de noticias EFE su vicealcaldesa, la árabe Fleur Hassan Nahoum, durante una visita a Dubai en busca de inversiones.

"Yo digo que utilicemos el potencial que tenemos allí para el desarrollo y lo convirtamos en capital de alta tecnología", indicó Hassan-Nahoum, que considera a la población árabe de Jerusalén, que representa el 40% del total, como un activo que contribuya a tender puentes con los dos países del Golfo Arábigo.

"Hay miles de jóvenes ingenieros árabes estudiando en institutos y universidades de Jerusalén. Ellos tienen el idioma árabe y la mentalidad cultural árabe que pueden encajar en Oriente Medio, pero también tienen la mentalidad de nación start-up de Israel", aseguró.

"Estamos en conversaciones. Hay mucha gente que está realmente interesada, pero de estar interesada a invertir hay mucho trecho", señaló al explicar que los Acuerdos de Abraham, por los que EAU y Bahréin aceptaron establecer relaciones con Israel en septiembre pasado, pueden convertir a Jerusalén en un polo de investigación y desarrollo en Oriente Medio.

La vicealcaldesa subrayó que su ciudad es la más pobre de Israel y que Jersualén Este, donde vive la población árabe, está relativamente menos desarrollado que la parte occidental.

"Quiero traer empleo de calidad a todo el mundo y las dos poblaciones más débiles con los ultraortodoxos y los árabes", sostuvo Hassan-Nahoum. Por otra parte, "Israel comenzará a contraerse muy pronto si no encontramos entre 15.000 y 20.000 ingenieros por año, así que tenemos la demanda y tenemos este increíble capital humano que no está especializado", indicó.

"Lo que estoy haciendo es construir el puente entre gente inteligente pero no cualificada", añadió la política, que desde la firma de los Acuerdos de Abraham ha apostado por atraer tecnología a Jerusalén.

Hassan-Nahoum, que está a cargo de las relaciones Exteriores de Jerusalén y no oculta sus aspiraciones a desempeñar un día esa labor a nivel nacional, es miembro fundador del Consejo Empresarial EAU-Israel y del Consejo de Mujeres del Golfo-Israel.

Pero además de inversión tecnológica, quiere atraer el turismo musulmán a Jerusalén: "Permitir a los musulmanes visitar la ciudad beneficiaría a los árabes que trabajan en el sector turístico en la ciudad", argumentó.

Hassan-Nahoum reconoció que la pandemia de Covid y la inestabilidad política en Israel, que ha impedido formar un Gobierno y, por tanto, aprobar unos presupuestos han retrasado los negocios y la llegada de turistas emiratíes. Por otra parte, señaló que se ha estimado que antes de los Acuerdos de Abraham había 220 empresas israelíes trabajando en EAU y que en estos momentos, añadió, se está haciendo un trabajo similar en Arabia Saudita a través de Bahréin.

"Definitivamente algo está sucediendo" en Arabia Saudita, afirmó.

Jerusalén busca inversiones en Emiratos para convertirse en polo de desarrollo regional
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