viernes. 29.03.2024

En un contexto de crecimiento económico positivo, el gasto de los hogares en Colombia ha evolucionado favorablemente en 2019 gracias a unas bases macroeconómicas sólidas y a factores demográficos.

Un estudio realizado por Raddar, empresa especializada en el conocimiento del consumidor, mostró que el gasto de los hogares aumentó un 5,5 por ciento interanual durante los primeros 10 meses de este año. Esta tendencia al alza se aprecia sobre todo en la tasa de crecimiento de octubre, que fue del 7,7 por ciento interanual, cuando el gasto familiar se disparó a un total de 59 mil millones de pesos colombianos (US$ 17,2 millones).

En el mes de octubre, el consumo en Medellín y Cali ­–la segunda y la tercera ciudad más grande del país–, creció en 8,7 por ciento y 8,3 por ciento interanual respectivamente, mientras que en Bogotá, la capital, se expandió un 7,4 por ciento.

Al desglosar el consumo, el estudio muestra que el crecimiento del gasto de hogares en el mes se produjo predominantemente en entretenimiento (subiendo un 9,8 por ciento), equipos electrónicos (7,1 por ciento), vestuario y calzado (6,9 por ciento), educación (6,7 por ciento) y alimentos (6,6 por ciento).

Si bien este crecimiento se puede atribuir a una variedad de factores, entre ellos el aumento salarial, remesas más altas, rápido crecimiento de las ciudades secundarias y una mayor disponibilidad de crédito, el creciente número de venezolanos que viven en el país también ha desempeñado un papel clave.

Factores determinantes

El informe se une a los medios de comunicación internacionales que destacan el impacto positivo de la inmigración venezolana, que ha estimulado la economía y generado una mayor demanda de bienes y servicios.

Se estima que el país ha recibido en los últimos años 1,5 millones de venezolanos, que han venido a Colombia para escapar de la crisis humanitaria a través de la frontera.

Sin embargo, si bien esto ha ayudado a impulsar el crecimiento económico, también ha resultado en un mercado laboral más débil, dada la cantidad de inmigrantes que trabajan en el sector informal. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la tasa de desempleo del país llegó al 10,2 por ciento en septiembre, frente a 9,5 por ciento el año anterior.

Por otra parte, las remesas de los aproximadamente 4,7 millones de colombianos en el extranjero también han estado en niveles récord este año, reforzadas por la caída del valor del peso frente al dólar.

Según el Banco de la República, el banco central de Colombia, el país recibió US$ 5 mil millones en remesas en los primeros nueve meses del año, lo que representa un crecimiento interanual del 10 por ciento, y es equivalente al 17 por ciento de las exportaciones totales del país.

Un informe publicado en noviembre por la firma de servicios financieros Bancolombia señala que estos flujos ayudaron a estabilizar financieramente muchos ingresos familiares.

Consumidores más selectivos

Si bien el gasto del consumidor ha aumentado, la confianza del consumidor sigue siendo baja, de acuerdo con el índice de confianza del consumidor de -10,7 en septiembre. Esta situación aparentemente contradictoria también puede explicarse en términos de la polarización de los hábitos de consumo .

En una encuesta publicada en febrero por The Conference Board, una firma de investigación de mercado y sin fines de lucro de Nielsen, el 80 por ciento de los consumidores colombianos afirmaron haber cambiado sus hábitos de compra en los últimos dos años con el objetivo de ahorrar dinero.

Nielsen, haciéndose eco del sentimiento de los líderes empresariales, dice que los colombianos ahora compran de manera más selectiva; al ahorrar dinero en bienes básicos, pueden gastar más en productos premium con alto valor agregado.

"Con una clase media con mayor poder adquisitivo, estamos viendo una fuerte demanda de productos premium, pero también una fuerte demanda de productos con un precio más bajo", dijo a OBG Antonio Núñez, presidente de Nestlé Colombia. "La gente quiere cada vez más experiencias, productos de calidad y nicho, pero también se sienten atraídos por los beneficios financieros de ahorrar dinero en bienes básicos".

La tendencia también sugiere que las ventas de productos premium no siempre se correlacionan con el poder adquisitivo. Según Nielsen, en los últimos dos años hasta febrero, alrededor del 28 por ciento de las compras de productos premium fueron realizadas por consumidores de grupos socioeconómicos más bajos, un aumento del 3 por ciento en 2017, mientras que las ventas generales de productos premium crecieron un 10 por ciento en dicho período de dos años.

Tendencia contracorriente

Si bien estos hábitos de consumo más selectivo estén probablemente vinculados a las altas tasas de inflación de los últimos dos años, el aumento en el gasto del consumidor ha estado muy influenciado por la solidez de la economía de Colombia, que está creciendo a su ritmo más rápido en cuatro años: el PIB se expandió en 3,3 por ciento interanual en el tercer trimestre, según el DANE.

El país ha sido una excepción a la tendencia regional y global de reducción de tasas de interés, y está disfrutando de altos niveles de inversión extranjera directa, así como una inflación manejable, de 4 por ciento.

En su informe de perspectivas de crecimiento de octubre, el FMI rebajó su pronóstico para todos los países de América Latina, excepto Colombia, donde proyecta un crecimiento de 3,4 por ciento este año, más rápido que las otras economías importantes de la región.

Los segmentos con mejor crecimiento incluyen el comercio al por menor, el comercio al por mayor y el transporte, que colectivamente crecieron un 5,9 por ciento, y los servicios financieros, que se expandieron un 8,2 por ciento. Se pronostica que la cartera total de préstamos cerrará en un 11 por ciento al final del año, mientras que las hipotecas han crecido en cifras de dos dígitos desde el primer trimestre y el crédito al consumidor ha aumentado en un 11,7 por ciento desde febrero.

Aunque el panorama es en gran medida positivo, algunos sectores, como el de manufactura y el de los hidrocarburos, han reportado un crecimiento muy lento en lo que va del año. Por otra parte, la construcción se ha contraído este año, en gran medida debido al desplome del segmento no-residencial, que representa la mitad de la actividad. Sin embargo, los esfuerzos del gobierno para revivir al sector están comenzando a dar sus frutos.

La migración y las remesas están moldeando el gasto del consumidor en Colombia
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