La sacudida sufrida este lunes en los mercados de renta variable volvió a contagiar al petróleo, que se desplomó un 4% en el caso de West Texas y un 3,5% en el caso del Brent. El miedo a una desaceleración de la economía que se prolongue demasiado y la fortaleza de la oferta están lastrando el precio del crudo.
Con estos descensos, el crudo de tipo Brent, de referencia en Europa, ha vuelto a perder los 60 dólares por barril. Por su parte, el West Texas, de referencia en EEUU,ha perdido los 52 dólares por barril.
Estos malos resultados se deben por un lado al miedo a una desaceleración económica que rebaje el crecimiento de la demanda de petróleo.
También ha influido el tono pesimista de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, al reconocer que el entorno no es sencillo en este preciso momento por varios factores que están lastrando el crecimiento y por la "persistencia de incertidumbres" y la amenaza del proteccionismo que "está pesando sobre el sentimiento económico".
Además, la producción de petróleo sigue gozando de salud a pesar de los recortes de la OPEP. Los últimos datos de producción en EEUU muestran que se están bombeando alrededor de 11,9 millones de barriles de crudo por día, un nivel mucho más elevado de lo que preveía la propia Agencia de la Energía de EEUU hace unos meses.
El mercado sigue cotizando la posibilidad de que la sobreoferta se mantenga en los próximos meses, sobre todo si los mercados y la economía siguen perdiendo fuelle.
