sábado. 20.04.2024

Bahréin y Kuwait podrían ser los próximos países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) en introducir impuestos sobre la renta después de Omán en la región rica en petróleo, ya que los bajos precios del crudo y la pandemia de coronavirus afectan los ingresos del Gobierno, informaron expertos en impuestos.

Según un informe de Reuters del 2 de noviembre, el Ministerio de Finanzas de Omán espera que el Sultanato introduzca un impuesto sobre la renta a los que ganan más en 2022, con el fin de reducir su déficit fiscal.

Actualmente, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Bahréin cobran impuestos especiales sobre el valor agregado, mientras que Omán planea introducir el IVA a partir de abril de 2021. Algunos de los otros países regionales también cobran impuestos corporativos a las compañías petroleras.

Anurag Chaturvedi, socio gerente de Chartered House Tax Consultancy, declaró que Bahréin y Kuwait están luchando por aumentar los ingresos estatales que se vieron afectados durante la pandemia, así como por los bajos precios del crudo y pueden introducir impuestos sobre la renta para los expatriados de alto patrimonio.

Bahréin registró una disminución del 29 por ciento en los ingresos en la primera mitad de 2020 en comparación con el mismo período del año pasado, mientras que los ingresos totales de Kuwait cayeron en más del 16 por ciento para el año financiero que finalizó en 2020. A principios de este año, Arabia Saudita tuvo una discusión sobre la propuesta de gravar los ingresos de los expatriados, sin embargo, hasta ahora no se ha tomado ninguna decisión al respecto.

Chaturvedi también dijo que, a nivel mundial, los países cobran impuestos para brindar una vida mejor en forma de infraestructura, seguridad, salud y educación. "En líneas similares, GCC también puede introducir impuestos sobre la renta contra el gasto social en infraestructura estatal".

Por su parte, Nimish Goel, socio de WTS Dhruva Consultants, sugirió que Bahréin podría anunciar un impuesto sobre los ingresos de las empresas en lugar de gravar los ingresos de las personas. Agregó que la reducción de la demanda mundial de petróleo, las recomendaciones del FMI de incluir el impuesto sobre la renta para ampliar las fuentes de ingresos, las bajas tasas del impuesto sobre la renta de las empresas y la disparidad en los niveles de ingresos son algunos de los factores que pueden impulsar a los gobiernos regionales a imponer nuevas tasas. “La introducción del impuesto sobre la renta de las empresas debería traer estabilidad y más inversión extranjera en la región”, dijo.

Goel manifestó que dado que Omán ha dado una ventana de un año aproximadamente, se puede esperar que otras naciones del CCG continúen anunciando la introducción de impuestos sobre la renta a partir de entonces. Las tasas del impuesto sobre la renta, según Goel, dependen de varios factores como las tasas progresivas, la composición demográfica, los beneficios de la seguridad social, etc. “Si alguna vez se introduce el impuesto sobre la renta, la tasa impositiva no podría ser demasiado alta como el impuesto al valor agregado (IVA) y podría oscilar entre el 10 y el 15 por ciento”, agregó.

Sin embargo, Chaturvedi señaló que si la actividad económica más débil continúa en 2021, lo que resulta en una mayor ampliación de la brecha del déficit, los gobiernos regionales pueden tomar alguna decisión para recaudar impuestos sobre la renta a partir de 2023 con una tasa de entre el 5 y el 10 por ciento sobre la renta neta anual.

¿Qué otros estados del Golfo podrían introducir impuestos sobre la renta?
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