Todos los sospechosos en el caso de muerte de la niña asiática de cuatro años en el autobús de un colegio privado de Abu Dhabi serán sometidos a juicio este miércoles, según informa el diario Gulftoday. La niña de la escuela KG1 (en la foto de la noticia) murió cuando se quedó dormida en el interior de un autobús escolar y fue dejada dentro varias horas.
La Fiscalía ha acusado al conductor y a la asistente del autobús de causar la muerte de la niña, ya que no hicieron su trabajo correctamente. El empleado de la escuela en el control de la asistencia de estudiantes es también sospechoso de negligencia. La dirección del colegio y el proveedor del transporte escolar también fueron acusados ??por poner en peligro la vida de los estudiantes, ya que utilizaron un autobús sin licencia que no cumplía los requisitos de seguridad para el transporte escolar. También emplearon a supervisores no cualificados y sin licencia. El propietario de la empresa de transporte se enfrentará a cargos por haber contratado a diez asistentes de autobús que no cumplían con los términos y condiciones para el traslado de niños.
El Fiscal General de Abu Dhabi Ali Mohammed Abdullah Al Balushi manifestó que el caso había suscitado un abrumador apoyo a los familiares de la víctima quien fue dejada sola para morir en circunstancias tortuosas dentro del autobús con un calor abrasador. Añadió que el informe forense había demostrado que el exceso de agotamiento por el calor y la incapacidad para respirar estaban detrás de la muerte de la niña e hizo hincapié en que se hará justicia para mitigar el sufrimiento de la familia angustiada que ha perdido su hija de esta manera tan dolorosa.
Una fuente de la Oficina del Procurador General dijo que el conductor confesó ante los investigadores de la policía que él no comprobó el interior del autobús después de que lo aparcó en el área de estacionamiento de la escuela. El chófer declaró que encontró a la niña acostada muerta detrás de la puerta del autobús al final de la jornada escolar. Negó la acusación de negligencia.
El director de la escuela admitió que los autobuses utilizados por la empresa de transporte no fueron autorizados por el Departamento de Transporte para trasladar a estudiantes. Indicó que el propietario de la compañía de transportes le informó que había obtenido una exención del departamento para trabajar con estos autobuses. También dio a conocer que ningún funcionario de la autoridad de transporte escolar había venido a inspeccionar los autobuses.
El propietario de la empresa de transportes negó los cargos presentados contra él y dijo durante las investigaciones que había suministrado 27 autobuses a la escuela, pero admitió no haber obtenido una licencia para usarlos como transporte escolar. También confesó que siete autobuses, incluyendo en el que murió la víctima, no cumplían las especificaciones y que la gestión de la escuela era consciente de ello. Admitió que diez de los asistentes escolares estaban trabajando con su compañía, pero no estaban bajo su patrocinio.
