El principal índice bursátil de Dubai tuvo su mayor caída de los últimos seis años después de una nueva bajada de los precios del crudo el pasado viernes, circunstancia que desencadenó este domingo una ola de ventas producidas por el pánico, según describe el diario The National.
Más de 65 mil millones de dirhams se han esfumado del mercado de las reservas de los Emiratos Árabes Unidos en la última semana con los gestores de fondos advirtiendo de mayor volatilidad en los próximos días si el precio del crudo continúa cayendo en picado.
A la larga, sin embargo, los gestores de carteras siguen siendo optimistas sobre la historia del crecimiento económico de los Emiratos Árabes Unidos, que resurgió en los últimos años después de un período de estancamiento por las secuelas de la crisis financiera de 2008.
Los gobiernos de los Emiratos han acelerado sus esfuerzos para diversificar los ingresos más allá del petróleo a través del comercio, el turismo y los servicios financieros y han basado su economía en gran medida en la infraestructura, como construcción de carreteras y aeropuertos.
"Los precios del petróleo siguen siendo el principal motor de nuestro mercado y los inversores minoristas están entrando en pánico", manifestó Rami Sidani, jefe de inversión en la firma de gestión de activos Schroders con sede en Dubai.
"La caída es muy grave y es difícil tratar de cuantificar la posible desaceleración de la economía, que será el resultado de los bajos precios del petróleo, pero no creemos que los fundamentos vayan a cambiar en demasía, sobre todo en los Emiratos Árabes Unidos, que ha alcanzado una mayor diversificación en relación con las economías vecinas", concluyó Sidani.
El índice del mercado de valores de Abu Dhabi también registro una considerable caída.
En España Repsol ha perdido un 10 % durante esta semana debido tambié a la incertidumbre de la bajada del precio del petróleo. Lo que fue recibido con optimismo debido al exceso de oferta y a un posible lanzamiento del consumo, se ve ahora como algo negativo para las empresas del sector. La reacción afecta a los países productores, como Rusia, Noruega o la propia Dubai, que ven como sus bolsas y divisas caen.
