jueves. 25.04.2024

(Texto: www.abc.es) Cientos de templos musulmanes pueblan la geografía de Ras Al Khaimah, el último territorio que se incorporó a Emiratos Árabes Unidos allá por 1971. Está situado al norte, en la frontera con el Sultanato de Omán, justo en el Estrecho de Ormuz, en pleno Golfo Pésico. El cálculo que hacen los vecinos del lugar es que por cada diez viviendas existe una mezquita. En las horas de oración el eco de la voz que el almuecín lanza desde los alminares se repite por todos los rincones de la ciudad. Y el Ramadán es especialmente duro. Hay quien dice que como en Arabia Saudí.

Esta situación no ha impedido que la Iglesia Católica haya logrado inaugurar en honor de San Antonio de Padua la mayor parroquia que actualmente se levanta en Emiratos. El mérito hay que adjudicárselo a los diez mil católicos que habitan en la zona (un 2,5 por ciento de sus 263.000 habitantes) y especialmente al padre Thomas Ampattukhuzi, un humilde sacerdote indio que cada tarde, incluso en época de vacaciones, logra reunir en misa a cientos de personas en la pequeña iglesia donde actualmente lleva a cabo las celebraciones, fundamentalmente compatriotas del reverendo y filipinos.

Todos comulgan. Todos se confiesan. Todos rezan. Todos cantan. Antes de entrar en la parroquia, fieles a sus tradiciones, los feligreses se descalzan. Y llegado el momento de la consagración, también todos se arrodillan. Incluso los impedidos. Y ello ocurre en un emirato profundamente islámico donde las mezquitas ocupan espacios hasta en los edificios de las empresas, en los centros comerciales y en las gasolineras. «No hay que olvidar que estamos en tierras árabes», asegura el padre Thomas para destacar la dificultad del proyecto.

La inauguración, un gran acontecimiento

El sacerdote se muestra orgulloso del logro; de que los católicos de Ras Al Khaimah hayan aportado los recursos necesarios para construir una parroquia que puede acoger a más de dos mil personas. «Y muchas veces se llenará», subraya. Fundamentalmente los viernes, el día de fiesta musulmán, que por cuestiones de descanso laboral ha tomado el relevo del domingo cristiano en Emiratos.

La inauguración de la parroquia de San Antonio de Padua en Ras Al Khaimah ha sido un gran acontecimiento. El padre Thomas ha estado arropado al máximo nivel. Junto a él se encontraban el obispo Paul Hinder , vicario apostólico para el Sur de Arabia; el arzobispo Petar Rajic, nuncio de Su Santidad en la Península Arábiga; y hasta desde Roma se trasladó el cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.

En Emiratos Árabes Unidos, que cuenta con una población de cinco millones de personas, existen hoy siete iglesias católicas. Además de en Ras Al Khaimah hay dos templos en Dubái y uno en Al Ain, Sharjah, Fujeirah y Abu Dhabi, donde actualmente se construye otro. De momento son dos los emiratos que no cuentan con parroquias: Ajman y Umm Al Quwain.

A la parroquia de San Antonio de Padua, tras su inauguración oficial, sólo le restan unos días para entrar definitivamente en servicio. Está totalmente equipada, en perfecto estado de revista y limpia como una patena. Lo único que se resiste es un problema eléctrico. Pero el padre Thomas confía en que, si ha sido posible levantar semejante templo en el corazón de la tierra de Alá, también se pueda superar a corto plazo este último y pequeño obstáculo.

El padre Thomas levanta la Iglesia más grande de Emiratos
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